Una tienda de computación en Inglaterra decidió jugarle una broma a los transeúntes que pasaban fuera de su tienda, pegando un iPhone al suelo de la calle y así conocer la reacción.
Pero no solo bastó con eso para reírse de la gente, escondiéndose en la tienda y con una bocina de aire, emitían un fuerte ruido para asustarlos a la hora de recoger el equipo.
2 comentarios
Reírse a costas de una reacción completamente normal en el ser humano creo que es algo bastante ocioso, al parecer a esta tienda no entra nadie si tienen tanto tiempo para pelotudeses…
Entonces no te sorprenderá el hecho que -por lo visto- la tienda cerró para siempre (no pudimos verificar su URL oficial)