Según informa el diario ‘The West Australian‘, alguien quiso pasarse de listo con el nombre de un Hotspot de Wi-Fi y asustó a varios pasajeros de un vuelo de la aerolínea Qantas en la ciudad de Melbourne, Australia. Una pasajera -de este vuelo- vio en su teléfono que existía una conexión que se llamaba «Mobile Detonation Device» o «Dispositivo móvil de detonación» en su traducción al español.
El hecho hizo que la mujer avisara inmediatamente a la tripulación de cabina, quienes informaron al capitán y los encargados de seguridad. Un pasajero, llamado John Vidler, dijo que el capitán alerto de la situación por altavoz a todos quienes estaban dentro del avión, diciendo que el vuelo estaba atrasado porque necesitan localizar un dispositivo que se encontraba supuestamente a bordo y no saldrían hasta que se lo llevaran a él.
El equipo desde donde se hizo este Hotspot no fue encontrado y, aunque iban a despegar de todas maneras, 40 pasajeros se sintieron incómodos con la situación exigiendo que se les bajara del avión. Esta situación provocó más retraso en el vuelo, debido a que tuvieron que sacar las maletas del avión.
Qantas dijo que no hubo ningún riesgo de seguridad en el avión y el vuelo se efectuó sin problemas -hacia la ciudad de Perth- obviando las dos horas de retraso a la programación original de vuelo.