Nintendo, en una conferencia privada a cargo de Satoru Iwata, presidente de la empresa, confirmó que Wii U continuó con su débil impacto en los mercados mundiales durante este último trimestre -destacando el período de navidad a nivel mundial-, reconociendo que no lograron encantar al consumidor con el producto, significando con esto el tercer año consecutivo donde la empresa presenta pérdidas.
Iwata fue directo en reconocer que: «Wii U no logró la meta de ventas de hardware para fin de año, donde los ingresos de venta son mayores».
Con esto, y a pesar de la rebaja de precio ocurrida en Septiembre para hacerle frente al inmimente lanzamiento de la PlayStation 4 y Xbox One a nivel mundial, dejándola a un coste final de 299 dólares, Nintendo ha tenido que rebajar en un 70% la estimación de ventas que tendrá la consola para el año financiero, quedando en 2,8 millones de unidades vendidas pronosticadas hasta el 31 de marzo 2014 (fecha en que acaba el año fiscal), a la vez que la venta de software para el mismo período baja un 50% de 3.6 millones a 1.8 de títulos.
Considerando que pese a tener un año de ventaja sobre PlayStation 4 y Xbox One, estas consolas ya han alcanzado y superado en ventas a la de Nintendo, y la creciente incertidumbre sobre el apoyo de empresas externas a la consola de Nintendo, con una potencia gráfica que no permite que los juegos se vean al mismo nivel que en la competencia, se avecinan años turbulentos para Nintendo, más aún con la competencia indirecta que le representa el mercado de tabletas.
Si bien esta de unidades representará una pérdida de 335 millones de dólares para la empresa, Nintendo tiene un colchon de dinero de sobre mil millones de dólares gracias al período de vacas gordas que significó el peak de la Wii original entre el 2008-2010.