El sexto episodio del podcast «Los Resistidos» giró en torno a una conversación sobre la evolución de las consolas, abordando desde las nuevas consolas portátiles como la Nintendo Switch 2 y la ROG Xbox Ally, hasta una crítica directa al rumbo actual de la industria. Aunque el punto de partida fue el formato portátil, la discusión se extendió con ejemplos, recuerdos y comparaciones que reflejaron la nostalgia de los panelistas y su visión sobre el presente de los videojuegos.
Los Resistidos comenzaron comentando lo incómodo que resulta utilizar hoy una consola de sobremesa y/o estacionaria. La necesidad de enchufarla, encender un televisor y ocupar un espacio fijo ha hecho que muchos opten por experiencias más accesibles y personales como la Switch o incluso un smartphone. Esta comodidad llevó naturalmente al debate sobre el nuevo fenómeno de las consolas portátiles con Windows, como la mencionada ROG Ally o la Steam Deck, que algunos panelistas describieron como computadores disfrazados.
Consolas portátiles: una categoría en disputa
Durante el capítulo, se discutió que estos nuevos dispositivos quizás no deberían catalogarse como consolas. Se planteó que son esencialmente computadores, donde incluso es posible cambiar el sistema operativo, lo que les resta identidad como plataforma de juegos dedicada. También se comparó la evolución con la época en que muchos jugadores llevaban su torre a la casa de un amigo para jugar en red, resaltando que el concepto de portabilidad se ha transformado con el tiempo.
El debate avanzó con críticas a estos dispositivos, apuntando que, pese a su formato, arrastran problemas clásicos de los PC: conflictos con drivers, compatibilidad y una experiencia que no siempre es inmediata. Los Resistidos hablaron de una posible «trampa emocional» que vuelve atractivas estas máquinas, especialmente por su diseño y potencia, pero que podrían no lograr alcanzar la simpleza y eficiencia de consolas como la Switch.
También hubo espacio para la nostalgia. Se recordaron consolas del pasado como la Game Boy, la PSP y la Nintendo DS, rescatando cómo esas experiencias marcaron generaciones completas. Incluso se mencionaron juegos como «Pokémon Stadium» y la experiencia social de llevar cartuchos a casa de amigos. La discusión cerró con la idea de que estas nuevas consolas portátiles no estarían pensadas exclusivamente para jugar, lo que las alejaría del concepto clásico de consola.
Nostalgia y crítica a las consolas actuales
Más allá del análisis sobre consolas portátiles, los panelistas aprovecharon para cuestionar el estado general de la industria. Se comentó sobre la aparente falta de innovación, el marketing sin contenido real y promesas que rara vez se cumplen. También se puso en duda la vigencia de la idea de generaciones de consolas, sugiriendo que los saltos tecnológicos ya no son tan marcados como antes.
El capítulo concluyó con una reflexión sobre los nuevos hábitos de juego. Hoy se juega más en celulares, tablets o en movimiento, y menos en un sofá frente al televisor. La consola portátil, en ese sentido, no solo respondería a una necesidad técnica, sino emocional. Se comentó que ahora se juega de a ratos, en pausas del día, y no necesariamente en largas sesiones frente a una pantalla grande.