De acuerdo a datos del Observatorio Regional de Banda Ancha (ORBA), en un 63% han disminuido las tarifas de banda ancha en Latinoamérica gracias al trabajo que se ha realizado en las distintas reuniones bilaterales sostenidas por los países de la región, con el objetivo de reducir el costo internacional de Internet.
Además de la conclusión anterior se planteó la necesidad de lograr mayor coordinación entre los sectores público y privado para la definición y aplicación de políticas para ampliar el acceso a la banda ancha en América Latina y el Caribe. La intervención del Estado en este esquema podrá ir desde la inversión directa en infraestructura hasta la implementación de subsidios y aplicación de incentivos de diversa índole para la inversión privada en zonas de baja rentabilidad.
Por otra parte se reconoce que es indispensable homogeneizar los principales conceptos asociados a la banda ancha para generar indicadores estandarizados que faciliten los estudios sobre la evolución del servicio y la medición del impacto de las políticas públicas en esta materia. Una mejor conectividad entre Europa y América Latina requiere, asimismo, de la instalación de cables submarinos entre estas dos regiones.
El Diálogo Regional de Banda Ancha surgió en 2010 por iniciativa de la CEPAL, que actúa como Secretaría Técnica, y la SUBTEL de Chile. Actualmente lo integran 10 países de la región: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
El Ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Pedro Pablo Errázuriz, hizo comentario respecto a esto enfatizando que:
“Impulsar el desarrollo y la masificación de la banda ancha sigue siendo una de las principales tareas del Gobierno. Estamos convencidos que a través de esta vía Chile seguirá su camino a ser un país desarrollado y que sus ciudadanos estén completamente insertos en la sociedad del conocimiento”.
Por su parte Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, aseguró:
“La banda ancha debe ser considerado bien público global, no gratuito, pero sí de fácil acceso. Es un elemento esencial para lograr productividad, competitividad e inclusión social. En dos años hemos reducido los costos de banda ancha en 63% y mejorado la velocidad. Pero hay que poner atención a la brecha que existe en la región: el acceso a 1 Mb puede costar 31% del ingreso bruto, mientras que en países desarrollados no llega a 1%. Para cerrar las brechas, el remedio en el corto, mediano y largo plazo es la inversión”.