Un equipo de científicos dirigido por el investigador Hendrik Bolink del Instituto de Ciencia Molecular de la Universidad de Valencia, en España, ha creado un dispositivo fotovoltaico delgado, barato y con alta eficiencia a base de perovskita.
La célula solar desarrollada por los investigadores está formada por una capa de perovskita, que es un material híbrido orgánico-inorgánico de fácil síntesis y barato, colocada entre dos capas ultra finas de semiconductores orgánicos, con un grosor total de menos de media micra (millonésima parte de un metro).
Bolink explicó a la agencia de noticias Sinc que para su preparación utilizaron procesos de baja temperatura similar a los usados en la imprenta, lo que permite fabricar estos dispositivos sobre láminas de cristal o folios de plástico para que sean flexibles.
Otra de las bondades de este material es que existe la posibilidad de hacer los dispositivos de apariencia semitransparente, una característica muy útil para el aprovechamiento solar en edificios ya que, por su poco espesor y bajo peso, se podrían colocar en las ventanas.
En ese sentido, no solo estamos hablando de materiales que frenan la entrada de rayos solares, sino que aprovechan esa energía para generar electricidad.
Las células fotovoltaicas que convierten la luz solar directamente en electricidad usan en la mayor parte de los casos –alrededor del 85%– silicio cristalino como material activo, un producto muy caro, mientras que el resto está basado en capas delgadas de teluro de cadmio y sulfuro de cadmio, más económicas de producir, pero basadas en materias primas muy escasas y contaminantes por incluir cadmio.
Por este motivo, las perovskitas abren la puerta para aumentar el porcentaje de energía solar en la mezcla de fuentes renovables.