José Luis Fernández, es Ingeniero de Campo Sr. de AMD para Sudamérica y en la actualidad ya lleva 5 años trabajando para esta compañía. Estudió en la Universidad Tecnológica Nacional de Argentina y tiene 16 años de experiencia en la industria tecnológica.
Hoy nos quiere compartir su columna sobre si existe -o no- una mejora en la productividad cuando trabajas frente al computador, al usar más de un monitor. Lea atentamente:
Muchas veces, cuando hablo con clientes y usuarios me encuentro con gente que busca mejorar su experiencia de trabajo o entretenimiento, y la charla siempre deriva hacia la performance de tal o cual procesador o tarjeta gráfica, descuidando en su camino el componente crucial para esa experiencia, que es la interface máquina-usuario, en este caso, las pantallas.
La conversación deriva siempre hacia lo que yo llamo graciosamente la “ley primera de la visualización”, que dicta: “No existe una pantalla demasiado grande”, ya que la experiencia visual es tan buena como lo sea el tamaño de tu ventana hacia ella.
Hoy cualquier tarjeta de rango medio puede manejar fluidamente resoluciones superiores a Full HD, también conocido como 1080p, en cualquier tipo de contenido. Es obvio entonces, que deberías apuntar a la pantalla más grande que tu presupuesto pueda pagar.
Pero hay casos en los que una sola pantalla, por más grande que sea, no es la mejor opción. Esto nos lleva al corolario de la ley de visualización, que dice: “en lo que respecta a pantallas, más siempre es mejor”.
La experiencia visual puede ser ampliada al máximo a través del uso de múltiples monitores. Este método tiene muchas ventajas, que van desde la posibilidad de abrir varias aplicaciones en distintas pantallas sin necesidad de minimizarlas, hasta una visión de campo más real y envolvente.
Para los profesionales del diseño, ingeniería y creadores de contenido, la posibilidad de mantener múltiples vistas simultáneas del trabajo, con todas sus barras de herramientas a su alcance, provee un empuje tremendo a la productividad y favorece la creatividad. Además, ahorra tiempo y es menos disruptiva del flujo de trabajo y de pensamiento. La dinámica de trabajo llega a niveles que son imposibles de alcanzar en un sólo monitor. Más aún cuando se dan cuenta de que una estación de trabajo de ese tipo, es mucho más económica de lo que piensan.
Este beneficio también se aplica a usuarios no tan “visuales”. Aún para los trabajos típicos de oficina, entornos de programación, agentes financieros y muchos otros, los beneficios de trabajar con múltiples pantallas son muy evidentes.
La mayor ventaja de trabajar con varios monitores es que no es necesario “switchear” entre una aplicación y otra, sino que es posible mantener todas las ventanas abiertas y visibles al mismo tiempo. Esto ayuda a aumentar la productividad automáticamente, eliminando todo el tiempo requerido en administrar las ventanas en lugar de hacer trabajo real. Lo cierto es que, aunque no se dé cuenta, una persona emplea mucho tiempo acomodando, maximizando, minimizando, o poniendo una ventana al lado de otra para comparar.
Un estudio sobre productividad de la Universidad de Utah, demostró que las personas consideran que los sistemas multi-monitores son un 24 por ciento más cómodos, y permiten que el trabajo sea un 32 por ciento más rápido y productivo. El estudio también destacó que este sistema facilita el seguimiento de tareas en un 45 por ciento y logra que moverse alrededor de las fuentes de información sea un 38 por ciento más fácil. Todo indica que usar más de una pantalla es mucho más efectivo a la hora de trabajar.
Mejora en la productividad, visualización y comodidad son las principales ventajas que un monitor adicional puede darle a sus tareas diarias. Se trata de una manera más eficaz de aprovechar su tiempo y hacer eficientes las instrucciones y movimientos en su computadora. Muchas veces, comprar un monitor más grande puede ser menos rentable que agregar uno de iguales dimensiones al que se está usando, ganando incluso muchas más pulgadas de área de trabajo a un precio menor.