El ministro de Exteriores británico, William Hague, anunció que su gobierno no aprobará un salvoconducto para permitir el traslado a Ecuador del fundador de Wikileaks, Julian Assange, lo que supone que podría ser detenido si abandona la Embajada ecuatoriana en Londres.
Hague ha insistido en la obligación legal de su Administración para extraditar a Assange a Suecia, donde está siendo investigado por presuntos delitos sexuales, pese al asilo político concedido por las autoridades ecuatorianas.
El ministro británico compareció ante la prensa para defender que Assange ha tenido todas las opciones para recurrir su extradición a Suecia y que, tras el rechazo de los tribunales, la obligación del Gobierno de David Cameron pasa por concluir la extradición.
«La decisión del Gobierno ecuatoriano no cambia nada», dijo Hague.
Su decisión de encerrarse en la Embajada ha llevado a Assange a incumplir las condiciones de su libertad condicional y, por tanto, la policía británica podría detenerle en su camino al aeropuerto.
Ecuador ha admitido la tesis del fundador de Assange, de nacionalidad australiana, y ha alertado de que sus derechos podrían no ser respetados si el proceso de traslado sigue adelante, especialmente porque no existen garantías de que el fundador de Wikileaks no vaya a ser extraditado a un tercer país, en concreto a Estados Unidos.
Assange, que niega los delitos que se le atribuyen en Suecia, siempre ha mantenido que es víctima de una persecución política orquestada desde Washington por revelar cientos de miles de documentos clasificados del Departamento de Estado sobre las guerras en Irak y Afganistán y sobre las relaciones diplomáticas con otros países.
Hague agregó que el proceso de extradición no tiene nada que ver con las actividades de Assange en Wikileaks o con la actitud de Estados Unidos, sino que es requerido en Suecia para responder a unas denuncias por graves delitos sexuales.
La negociación
El ministro británico explicó que tras la decisión de Assange de refugiarse en la Embajada de Ecuador en Londres, las autoridades de Reino Unido han trabajado «pacientemente» con las del país sudamericano para tratar de lograr una solución aceptable para ambas partes.
Durante estos contactos, Reino Unido hizo incapié en todo el contexto legal que implica este caso, por lo que ha lamentado la decisión final del Gobierno de Rafael Correa.
Hague ha considerado que no existen bases legales para lo que ha hecho Ecuador, al tiempo que ha negado la validez del principio de asilo diplomático, término utilizado por el ministro de Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, al anunciar la concesión del asilo.
El ministro ha afirmado que su país no reconoce dicho concepto y que, en caso de que sí lo admitiese, no serviría para escapar de un procedimiento judicial, toda vez que éste se ha desarrollado en un país que cumple con los máximos estándares legales y donde los derechos del sospechoso están garantizados.