La empresa de telecomunicaciones británica O2 desarrolló un chatbot de inteligencia artificial llamado «dAIsy», cuyo único propósito es mantener ocupados a los estafadores telefónicos mediante conversaciones extensas y sin ninguna aspiración. Esta IA se escucha como si estuvieses conversando con una abuelita y ha logrado convertirse en un obstáculo efectivo contra los intentos de fraude que habitualmente se dirigen —justamente— a personas mayores.
Daisy funciona imitando el tono de voz pausado y las respuestas típicas de una persona de edad avanzada, lo que dificulta que los estafadores identifiquen que están interactuando con un sistema automatizado. Según informó O2, el chatbot es capaz de mantener a los delincuentes al teléfono durante más de 40 minutos, aprovechando ese tiempo para inventar historias, hablar de temas aleatorios como la familia o el tejido, e incluso proporcionar información bancaria falsa cuando se le solicita.
Mira cómo funciona en el siguiente video:
Una falsa abuelita contra las estafas
Según explican, el desarrollo de Daisy no fue accidental, ya que surgió como parte de la Semana Internacional de Concienciación sobre el Fraude. La empresa implementó este enfoque para alcanzar a los estafadores, logrando que algunos de sus números telefónicos fueran incluidos en listas utilizadas habitualmente por los delincuentes para identificar posibles víctimas.
Daisy integra diversos modelos de inteligencia artificial para procesar y responder en tiempo real. Además, contó con el respaldo del ingeniero de software y especialista en scambaiting, Jim Browning. Y si bien esta iniciativa busca reducir el tiempo que los estafadores dedican a contactar a víctimas reales, esta tecnología plantea preocupaciones éticas, ya que métodos similares podrían ser usados de manera inversa para engañar a las mismas personas a las que pretende proteger.
Finalmente, aunque estas medidas no eliminan por completo el problema, si dan una solución temporal al dificultar las actividades de los delincuentes y proteger indirectamente a los más vulnerables. Además, generan conciencia respecto al problema de las estafas telefónicas que muchas veces ataca a adultos mayores y que en Reino Unido ha apuntado a 7 de 10 británicos.