La organización ambientalista «Sociedad Civil Organizada» ha interrumpido las conexiones 5G en varios puntos de Temuco, argumentando que estas representan un riesgo para la salud pública. Según Waldemar Cepeda, biólogo en Gestión de Recursos Naturales y líder del grupo, los estudios realizados indican que las radiaciones podrían ser perjudiciales para la comunidad.
El grupo habría realizado cortes en sectores como Recabarren y Los Pablos, y cerca de instituciones educativas como la Universidad Católica y de La Frontera. A raíz de lo ocurrido, las autoridades han reaccionado. La Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de La Araucanía, Mary Valdebenito, ha condenado los cortes, calificándolos como un atentado al derecho básico de conexión a Internet, garantizado por ley.
A pesar de las posibles consecuencias legales, Cepeda no teme ser denunciado y menciona que una querella podría ayudar a dar más peso a sus argumentos. También, en declaraciones a Radio Bío-Bío, explicó que los estudios presentados a autoridades locales, como el alcalde de Temuco y el Concejo Municipal, no han recibido una respuesta satisfactoria, lo que les ha llevado a tomar medidas directas. Además, a través de Internet y respondiendo comentarios a esta misma noticia, Cepeda ha indicado que: «5G es la principal causa de cáncer en Chile. Los mismos dueños del 5G están instalando nuevos centros oncológicos para el próximo año». Sin prueba alguna.
Por otra parte, esta fundación tiene antecedentes de otro tipo de protestas, incluyendo acciones contra los vacunatorios públicos de COVID-19 y glorificando la teoría conspirativa del «nuevo orden mundial». Incluso citando a medios de extrema derecha, con vínculos a movimientos religiosos como The Epoch Times para respaldar sus hipótesis y acusaciones.
Y todo esto teniendo un gancho comercial, ya que al hablar de «electromagnetismo» y la contaminación por radiación, hay una contraparte. La realización de eventos y la venta de productos. Por ejemplo, el «Dispositivo Cuántico», un accesorio que la propia fundación vende por $130.000 CLP que promete beneficios para tu cuerpo, mentalidad y campo energético a través de «elevar tu frecuencia vibratoria».
Estudios sobre el 5G
Aunque, volviendo a la protesta original por 5G, desde hace años que se discute sobre si la quinta generación de redes móviles es dañina o no. Uno de los estudios más recientes fue realizado por la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP), un organismo científico con sede en Alemania, que confirmó que la tecnología 5G es segura.
Este organismo, responsable de establecer los límites de exposición a la radiación, actualizó sus directrices por primera vez en más de dos décadas. Y ha establecido que, incluso con la introducción de 5G de onda milimétrica, la más alta frecuencia de este estándar de telecomunicaciones, los niveles de salida están significativamente por debajo del nuevo máximo permitido.
El Dr. Eric van Rongen, presidente de la ICNIRP, señaló que, tras una revisión exhaustiva de toda la literatura científica relevante y un amplio proceso de consulta pública, se han desarrollado directrices que protegen contra todos los efectos adversos a la salud científicamente comprobados por la exposición a campos electromagnéticos en el rango de 100 kHz a 300 GHz.
Estos hallazgos son respaldados por datos adicionales que sugieren que las frecuencias de radio utilizadas por 5G en el Reino Unido son similares a las que se han usado para los teléfonos móviles desde 1998, cuando la ICNIRP publicó su primer conjunto de directrices para la exposición a campos electromagnéticos.
Las nuevas normas prestan especial atención a la potencia absorbida por el cuerpo, más que simplemente a la exposición, y consideran que las frecuencias más altas interactúan de manera diferente con el tejido orgánico, disipando más energía en la superficie y penetrando menos en el cuerpo.
Otro estudio respecto a la seguridad y exposición de los humanos con las redes 5G proviene desde la Oganización Mundial de la Salud del año 2022. En este se asegura que hasta la fecha no se conoce una conexión de afecciones relacionadas con la exposición a tecnologías inalámbricas. Y, por supuesto, deja la puerta abierta a que siga investigando, principalmente porque no existen muchos estudios profesionales —y científicamente corroborados por la comunidad internacional— de cada generación de conectividad móvil de forma individualizada, pero también para evitar situaciones de especulación.