El estudio «Detox Digital: Desconectar para conectar», realizado por WOM en colaboración con CADEM, ha puesto de manifiesto una realidad inquietante: la creciente dependencia de los dispositivos móviles en nuestra sociedad. En una reciente conversación para nuestro Podcast con Natalie Maturana, PR Manager de WOM, abordamos los resultados de este estudio, que subraya cómo los smartphones y el acceso a Internet están cambiando nuestras vidas.
Un vistazo a los hábitos actuales
La investigación, que encuestó a 700 personas en Chile, reveló que más de la mitad de los participantes (51%) se considera dependiente del celular, y un tercio (33%) se ve a sí mismo como adicto a Internet. Este fenómeno es especialmente notable entre los jóvenes de 18 a 29 años, con un 49% admitiendo su adicción a la conectividad en línea. Sorprendentemente, el 66% de los encuestados indicó que regresaría a su hogar si olvidara su celular.
A pesar de reconocer esta dependencia, muchos no tienen intención de cambiar sus hábitos, especialmente los mayores de 51 años. En contraste, los jóvenes muestran una mayor disposición a modificar su relación con la tecnología.
Consecuencias de ser dependientes de la hiperconectividad
El estudio aborda los hábitos de uso y también las consecuencias de ser dependientes de la hiperconectividad. Un 84% de los encuestados cree que estar constantemente conectados conlleva riesgos, como la pérdida del contacto personal y la incapacidad de disfrutar de momentos importantes. Además, el 71% ha experimentado conflictos o la pérdida de amistades debido a malentendidos en mensajes.
Este estudio es un llamado de atención sobre cómo la tecnología, aunque útil, puede influir negativamente en nuestras relaciones y calidad de vida. Para aquellos interesados en explorar más a fondo estos hallazgos, el estudio completo «Detox Digital: Desconectar para conectar» está disponible para su lectura en este artículo.