Se lo dijimos previamente. La teleserie en torno al despido de Sam Altman desde OpenAI tiene capítulos aún por contar. Y en un giro inesperado, ahora los empleados de OpenAI se enfrentan a una decisión crítica tras la reciente contratación de Altman por parte de Microsoft. Este, ahora, liderará un nuevo equipo de investigación avanzada en IA en Microsoft. Una situación que ha provocado una respuesta contundente de los trabajadores de la compañía, quienes han amenazado con renunciar en masa si no se cumplen sus demandas.
La crisis interna con los empleados de OpenAI
Todo el problema arrancó con la sorpresiva destitución de Sam Altman, lo que desencadenó una serie de eventos que han llevado a la empresa a un estado de incertidumbre. Más de 500 de los 750 empleados de OpenAI firmaron una carta exigiendo la renuncia de la junta directiva y el restablecimiento de Altman como CEO. Entre los firmantes sorprendentemente se encontraba Ilya Sutskever, miembro de la junta y uno de los líderes del movimiento para destituir a Altman.
La situación se intensificó cuando Microsoft anunció la contratación de Altman para dirigir un nuevo equipo de investigación en IA. Esta noticia dejó en shock a muchos, especialmente considerando la inversión significativa de Microsoft en OpenAI y su uso de la tecnología de la compañía para impulsar productos basados en IA generativa, como Copilot (y el ex Bing Chat).
Desacuerdos y consecuencias
Según informes, la junta de OpenAI despidió a Altman debido a desacuerdos sobre la división de búsqueda de beneficios de la empresa. Altman buscaba impulsar el progreso más rápido de lo que Sutskever y otros miembros de la junta estaban cómodos, lo que llevó a un choque con los valores de seguridad fundamentales de OpenAI. Estos desacuerdos subrayan la tensión entre los objetivos de progreso tecnológico y los principios éticos y de seguridad en el campo de la IA.
La respuesta de los empleados de OpenAI a estos eventos ha sido unánime y contundente. En su carta, acusan a la junta de actuar en contra de los mejores intereses de la compañía y expresan su disposición a renunciar y unirse a la nueva subsidiaria de Microsoft dirigida por Altman y Brockman, a menos que se cumplan sus demandas.