Es un hecho, habrá impuestos para servicios digitales en Chile. Y con el nuevo proyecto de modernización tributaria, servicios digitales populares como Spotify, Amazon Prime, Netflix, PlayStation Network y otros, tendrán cambios en sus tarifas por el pago del 19% de IVA.
A pocos pasos de transformarse en Ley después de la aprobación (casi en su totalidad) a los ajustes en la Cámara de Diputados, tenemos que hacernos la idea que los precios subirán. Esto debido a que la normativa indica que se cobrará por «el suministro o entrega de contenido de entretenimiento digital, tales como videos, música, juegos y otros análogos, a través de descarga, streaming u otra tecnología, incluyendo para estos efectos, textos, revistas, diarios y libros».
Cabe destacar que las plataformas de transporte como Uber, DiDi o Cabify, no pagarán este impuesto, porque -en Chile- el transporte está exento de este impuesto, según informó el diputado Guillermo Ramírez, miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara.
Además de los servicios de entretenimiento, también se cobrará IVA a la prestación de servicios de software, almacenamiento de datos y servicios publicitarios, todo mientras sea ofrecido desde el extranjero. Así que también debemos pensar que la publicidad de Google, Facebook o Instagram, incluyendo servicios como Dropbox, estarán dentro de este saco de alzas.
¿Y qué pasa con Amazon o AliExpress? Según informan en Las Últimas Noticias, estas plataformas que ofrecen la compra de bienes ya tributan por el producto adquirido. Por ende, el Ministerio de Hacienda dijo que se buscará modernizar -paralelamente- este procedimiento.
Netflix, Spotify y otros con IVA
Ahora veamos los precios y el futuro procedimiento de cobra de IVA. Si pensamos en el plan más básico de Netflix, actualmente en Chile cuesta $4.990 CLP. Con impuesto quedaría en $5.938 CLP.
En el caso de Spotify la cosa sería algo así: el plan individual cuesta mensualmente $3.490 y con el IVA aplicado quedaría en $4.153 CLP.
La Ley obligará a las empresas extranjeras a realizar la retención del impuesto en el momento de cobrar por el servicio, sin importar el método de pago. Y, según advierten en la Cámara de Diputados, las empresas no tienen la obligación de subir sus precios ya que tienen la libertad de hacerlo, siempre y cuando cumplan con la obligación fiscal.