Considerando la actual pandemia, en todo el mundo se ha recomendado el teletrabajo para quienes puedan hacerlo y así evitar la exposición de la fuerza laboral en la calle, transporte o lugares de oficina. El problema es que más de la mitad de las empresas no tienen estrategias formales para este tipo de trabajo a distancia.
Y si bien hoy la tecnología permite realizar una modalidad de labor desde el hogar, el estudio de NTT Ltd., «Digital Workplace Report», cuenta una realidad más compleja de lo sencillo que se pinta toda la situación. El 60% de las organizaciones a nivel mundial no tienen una estrategia formal para el espacio de trabajo digital.
Desde el punto de vista tecnológico lo más importante es entregar, a los distintos equipos de las empresas, las herramientas digitales adecuadas para el desempeño de su trabajo. Herramientas de colaboración necesarias para que estén siempre conectados con sus compañeros y garantizar el acceso, desde el punto de vista de la conectividad y seguridad.
Uno de los puntos críticos del teletrabajo es el de la vulneración de datos. Dado la cantidad de amenazas de seguridad de la información que existen a nivel cibernético y que día a día evolucionan, es todo un desafío controlar los peligros y manejar los riesgos que se presentan.
Para implementar el home office, es recomendable que las empresas evalúen los desafíos tecnológicos y lo que conlleva a nivel organizacional esta modalidad. Por lo que se sugiere desarrollar estilos de trabajo ágiles e identificar los roles de cada colaborador.
Lograr una buena transición al teletrabajo es un desafío, donde lo principal es hacerlo con un buen plan.