Viajemos a marzo pasado. Samsung anunciaba que «Galaxy Fold» llegaría a Chile durante este año, justo a un mes de ser anunciado en San Francisco y posteriormente mostrado en Barcelona para la Mobile World Congress 2019.
¿Qué pasó en el camino? Previo a su comercialización durante abril, el teléfono comenzó a presentar garrafales fallas en su pantalla en manos de quienes tuvieron la oportunidad de probarlo.
Esto hizo que Samsung cancelara su venta y la postergara hasta reparar los defectos.
Ahora ubiquémonos hace menos de un mes, durante septiembre. Galaxy Fold sale a la venta y los comentarios negativos bajan, pero sigue dando prensa poco positiva por la cantidad de restricciones para su uso (no es resistente al agua, polvo-arena).
Además las unidades no están a la altura y siguen fallando. Fue el caso de un periodista de Techcrunch quien evaluó una nueva unidad del smartphone y le apareció una mancha en menos de un día de tenerlo.
¿Llegará el Galaxy Fold a Chile?
Frente a todas estas contrariedades, la promesa de Samsung por vender este dispositivo en Chile parece disiparse en el viento. Como el polvo que no puede tocar el propio teléfono, sino se echa a perder.
Contactamos a Samsung y le preguntamos por su venta para este año en nuestro país. La respuesta fue genérica y la que todas las filiales de la compañía estarían dando cuando les consultan por la disponibilidad de este dispositivo plegable.
«Tras felices de anunciar de que Galaxy Fold estará disponible en mercados selectos. Galaxy Fold aún se encuentra en cantidades limitadas en el mundo. Tras revisar a fondo las demandas de cada mercado, se decidirá la futura disponibilidad en cada uno de ellos.»
(Samsung Chile)
Si analizamos la respuesta, Samsung podría perfectamente acabar con la venta del equipo a nivel mundial. Dejar de distribuirlo y tomarlo como un experimento fallido. Sólo si lo pensamos como una estrategia de venta o marketing.
También consideremos que existen muchos celulares de la compañía (y otras) que nunca llegaron a occidente o se vendieron en mercados selectos. Y por eso las frases «cantidades limitadas» y «demandas de cada mercado», podrían ser los pretextos perfectos para decir -en un futuro- que el teléfono no llegará.