Imaginemos esta situación: estoy en un restaurante y voy a lavarme las manos antes de comer. Algo típico para mantener la higiene y sentirte cómodo para disfrutar de tu plato favorito.
Dentro del baño, nos encontramos con el clásico secador de manos eléctrico. Da lo mismo si es de botón, automático o esos que tiran un chorro de viento cuando depositas tus extremidades verticalmente. Todos tienen un mismo problema.
Según un estudio de la Universidad de Connecticut, si usamos secadores de manos de aire caliente, es muy probable que nuestro lavado de manos no sirvió de nada. ¿Por qué? Básicamente, porque estos absorben las bacterias del baño y después te las lanzan directamente en tus manos recién lavadas.
Eso sí, este trabajo de investigación valida que un secador con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air), puede reducir la cantidad de bacterias emitidas por el aire hasta 4 veces. El problema es que no todos tienen estos filtros de alta eficiencia.
¿Son malos los secadores de manos?
Si bien este estudio deja en evidencia la presencia bacteriana en manos que se secaron utilizando estos dispositivos, aún no hay mucha información sobre el verdadero fenómeno que genera este suceso.
De igual manera, la investigación hace una invitación para no considerar este tipo de aparatos en lugares donde la higiene es crítica. Por ejemplo, en centros de salud.
Y si te preguntas cuál es la mejor forma de secarte las manos, simple. Usa el clásico papel.
Los detalles del estudio, incluyendo los porcentajes de cantidad bacteriana encontrada y los tipos de estas, están online en el extracto publicado en la «American Society for Microbiology».