La contaminación es hoy un tema que nos preocupa a todos. Es por ello que la empresa Technet, en colaboración con investigadores del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas de España (CIEMAT), y con la participación de la firma Tevaseñal y la UC3M, ha desarrollado un prototipo capaz de detectar por infrarrojo y a distancia las emisiones contaminantes de los coches que circulan por carreteras de hasta tres carriles.
En sí, lo que hace este sistema es recopilar datos en tiempo real del tráfico y de sus emisiones, y de esa manera determina cuáles son los vehículos que contaminan más.
«El nuevo sistema permite realizar una gestión inteligente del tráfico de una autopista al tomar datos en tiempo real de la densidad de la circulación, de las emisiones y consumos asociados a cada vehículo y de las condiciones meteorológicas», señalan sus creadores.
¿Cómo funciona?
Los creadores del nuevo sistema parten de la idea de que todos los gases tóxicos tienen una firma de emisión en el infrarrojo que permite detectarlos a distancia.
El sistema funciona de manera similar a un radar que puede determinar qué vehículos son grandes emisores con el fin de crear políticas concretas que faciliten su identificación.
“Estos filtros están situados en una rueda que gira a gran velocidad delante del detector y proporcionan imágenes sucesivas del mismo escenario en diferentes bandas, lo que nos permite detectar a distancia algunos gases (CO2, CO e HCs) no quemados”, explica Fernando López, responsable del proyecto.
Las aplicaciones de esta tecnología son de gran alcance; con ella podrían mejorarse los análisis de las emisiones del parque móvil de una ciudad o región, lo que contribuiría a resolver los problemas actuales de contaminación y dotaría a la Administración de una poderosa herramienta para la toma de decisiones medioambientales.
Propósito
Según los científicos, tras la implementación de esta tecnología se lograría reducir las emisiones del tráfico (CO2, CO, NOx, HC, PM) y aumentar la eficiencia energética, dado que un ahorro de emisiones supone siempre menor consumo.
Además, se podrían adoptar medidas para optimizar el consumo y las emisiones, como por ejemplo, variar los límites de velocidad en vías de alta capacidad de entrada y salida de las grandes ciudades.