Una pregunta constante, debido a la poca maduración de la plataforma, se genera a la hora de querer adquirir una tableta. Estas comúnmente están pensadas y presentadas comercialmente para el consumo, pero ¿qué pasa si necesito trabajar con ellas?
Alejandro Peláez es Gerente de Tecnologías para Empresas, Intel Cono Norte, y quiso compartir su visión respecto a qué dispositivo es idóneo para quienes, en su renovación tecnológica, buscan una nueva máquina para su realización profesional.
Para Peláez, lo primero, es identificar a quién utilizará la tableta.
- Para el usuario final lo más importante es su experiencia con el dispositivo. Quiere algo poderoso y amigable, que pueda aprender a manejar con facilidad y le permita entretenerse o efectuar tareas productivas.
- Para el gerente lo más importante es el retorno en la inversión y el costo total de propiedad. El dispositivo no es un simple “amigo” o “creador de experiencias”, sino una herramienta del negocio.
- Por último, para el equipo de TI es importante poder gestionar de forma eficaz y segura un número grande de máquinas.
Tipos de tableta
Según su precio y capacidad, las tablets o equipos móviles se pueden clasificar en cuatro categorías: masivas, de entretenimiento, corporativas, y de alta gama.
Las tablets masivas suelen tener precios muy bajos (de $200 USD a menos) y funcionalidad muy básica. En estas compras por lo general el precio es el factor dominante, y se busca la tablet que satisfaga un nivel mínimo de experiencia del usuario final.
Ejemplos de compras masivas corresponden a una compañía de taxis que quiera dotar de tablets a sus conductores, o un gobierno comprando cientos de miles de tablets para programas sociales.
Las tablets de entretenimiento están más orientadas al consumidor de hogar que a las empresas. Sus precios suelen estar entre los $200 y $500 USD (100 y 250 mil pesos chilenos). Estas tablets están enfocadas en el diseño y los usos caseros (juegos, consultas en la red, hablar con amigos en redes sociales, tomar fotos, escuchar música). Aspectos como el desempeño, la compatibilidad, la seguridad y la gestión son vistos como secundarios.
Las tablets corporativas están orientadas al empleado móvil. Estos equipos necesitan ser adecuados para un ambiente empresarial, donde puedan pertenecer a un dominio y ser manejados, protegiendo la información y la seguridad de la compañía. También deben soportar aplicaciones de oficina, tener buenos puertos para conectar periféricos estándar, y necesitan cierto nivel de desempeño. Estos equipos alcanzan precios entre los $500 USD y los $800 USD (250 y los 400 mil pesos).
Usuarios comunes de estas tablets son abogados, médicos, miembros de fuerzas de ventas, profesores, y en general profesionales que necesitan moverse y trabajar con su equipo utilizando información que a veces les toca compartir con otros.
Por último, las tablets de alta gama y los equipos “2 en 1” están orientados al trabajador del conocimiento. Aquí importan no sólo la compatibilidad y la seguridad, sino también el desempeño y la versatilidad. Su velocidad de cómputo y calidad gráfica son muy altas y satisfacen las exigencias de los ejecutivos y de quienes crean contenido o manejan cantidades importantes de datos (diseñadores, investigadores, arquitectos, analistas e ingenieros). Si son del tipo “2 en 1” pueden convertirse cuando se necesite en un PC con teclado y ratón tradicionales, para escribir más rápido o manejar ciertas aplicaciones empresariales. En algunos casos, poseen “docking stations” como las de un laptop, para que al llegar a la casa u oficina se puedan conectar con pantallas grandes, impresoras, audífonos y otros periféricos. Un equipo de estos puede valer entre $800 y $1200 USD (400 y 600 mil pesos).