Hace unos días tuve la oportunidad de ir a la presentación de un interesante -y necesario- estudio sobre Televisión Digital Terrestre (TVD). Si bien estamos a un buen par de años de una total implementación, y más aún del apagón análogo, es bueno hacer un catastro conceptual y así saber cuánto sabemos sobre esta nueva implementación digital a nivel nacional y por supuesto qué esperamos de ella.
Hay que dejar en claro algo: queramos o no, la televisión es parte fundamental de nuestras vidas contemporáneas. Tanto así, que hasta para algunos de forma psicosomática, la necesitan para funciones biológicas tan normales como dormir por las noches.
Ahora bien, ¿sabemos o no de televisión digital? La verdad es que el estudio refleja que no. Pero: ¿de quién es la culpa? Gran parte de las personas se la echan al Gobierno, pero hay que ser sinceros, es tareas de todos. Partiendo por quienes impulsan el cambio, los que lo ejecutan e incluso quienes proveen las tecnologías necesarias para que se lleve a cabo.
Si más de un 77% de las personas no sabe exactamente cuál es la norma digital aprobada en el país, OK; no es problema mayor. También que las personas aún no valoren el hecho que podrán contar con un contenido más rico, igual es pasable. Finalmente esa es una cuestión que se tendrá que corroborar en la práctica, con lo mal vista que es actualmente la TV Abierta vs. TV de pago, donde está última es mejor valorada en este contexto.
Ahora bien, que casi un 90% de las personas -por más lejos que sea su llegada- no sepa sobre el «apagón analógico» y que un 59.1% crea que la TV Digital se transmite y recibe por un satélite, es verdadero desazón. Eso es un fiel reflejo de la poca información que ronda respecto al contexto y la poca motivación que finalmente la gente tiene frente a este cambio.
Fuera de lo anterior, las preocupaciones generales de los chilenos hacia la Televisión Digital son cuestiones tan obvias, que molesta un poco que no estén aclaradas. Además los mismos medios, principal fuente de información sobre TVD para el televidente común, no sean capaces de responderlas en su totalidad. Por otra parte, a la misma penetración de las televisión digital, se le ha dado una connotación tan cuantitativa -y comercial- que tiende a confundir a la gente, dejándole inquietudes de cómo será el impacto económico y social de este asunto; por ejemplo si la Televisión Digital es pagada, o si realmente tendremos una televisión variada en contenidos. Otra principal duda (claramente) son los aspectos técnicos, donde el estudio refleja esta preocupación con preguntas como el conocimiento de la transmisión y recepción de la TVD en un hogar cualquiera.
Los quiero dejar con el estudio, para que lo lean y puedan sacar sus conclusiones. Esto definitivamente es un paso para conocer las primeras directrices las cuales la gente que hace la televisión, y quienes la impulsan, entiendan para dónde va el asunto. Por último, hacer entender al público los beneficios que esta «nueva televisión» tendrá, más allá de una «calidad de imagen más bonita» o un «audio mejor».