El año pasado Nokia comunicó una serie de crisis que vivió la compañía (ingresos, ventas, etc), hoy parece que la situación no es diferente. Tal como dice el título, ésta empresa continuará haciendo efectivo un programa de recortes y despedirá a más de 1.000 empleados, y todo para invertir más en la sede de Salo en Finlandia.
Ahora, no es que despidan a todos de frentón, la empresa aseguró que será paulatino, y que garantizan orientación para ser trasladados a otras compañías y todo el proceso cerrará para junio. Lo complejo en este asunto es que no serán todos despedidos, los que se queden allá serán responsables de implementar un software para trabajar con el resto de países europeos. Veamos qué tal les va.
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Fuente: reuters.com.