Amazon e iRobot, la empresa detrás de las populares aspiradoras Roomba, han decidido no seguir adelante con su planeada fusión. La propuesta, que inicialmente se valoró en 1.4 mil millones de dólares, ha sido objeto de un intenso escrutinio, especialmente por parte de los reguladores de la Unión Europea.
La cancelación del acuerdo ha llevado a iRobot a tomar medidas drásticas, incluyendo el despido de aproximadamente 350 empleados, lo que representa un significativo 31% de su fuerza laboral. Además, Colin Angle, quien ha sido el rostro y líder de iRobot desde su fundación, anunció su renuncia como presidente y CEO.
Aunque ni Amazon ni iRobot han citado directamente la presión regulatoria de la UE como la razón principal para abandonar el acuerdo, las señales apuntaban a un probable veto por parte de Europa. La decisión de no proceder, en lugar de modificar el acuerdo para satisfacer a los reguladores, sugiere un cálculo estratégico por parte de ambas empresas. En Estados Unidos, la FTC también estaba examinando el acuerdo, aunque no con el mismo nivel de intensidad que en Europa.
Evaluaciones de iRobot y Amazon
En una declaración, Amazon lamentó la oportunidad perdida de acelerar la innovación y ofrecer precios más competitivos, destacando los beneficios que creían que el acuerdo traería a los consumidores. Por otro lado, iRobot expresó su decepción, pero se mostró optimista sobre su futuro independiente, enfocándose en continuar desarrollando innovaciones para el hogar inteligente.
Este revés para ambas compañías llega en un momento en que la Comisión Europea ha intensificado su escrutinio sobre grandes fusiones y adquisiciones, particularmente en el sector tecnológico. Además, como parte de las condiciones del acuerdo fallido, Amazon deberá pagar a iRobot una tarifa de terminación de 94 millones de dólares.