En una era donde la conectividad es casi una extensión de nuestra existencia, el concepto de «detox digital» ha cobrado relevancia. Un reciente estudio de la Universidad de Durham en el Reino Unido ha arrojado luz sobre los efectos de abandonar las redes sociales durante un período de tiempo. Los resultados han sido sorprendentemente ambivalentes, mostrando una disminución tanto en las emociones negativas como en las positivas.
Efectos del detox digital en la vida cotidiana
La investigación se centró en un grupo de 51 usuarios de plataformas sociales, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, quienes fueron instruidos para evitar el uso de estas plataformas durante una semana. Los participantes, que previamente dedicaban entre 30 minutos y más de 9 horas diarias en redes sociales, experimentaron una notable disminución en sentimientos de aburrimiento y soledad. Sin embargo, paralelamente, se observó una reducción similar en emociones positivas, lo que sugiere que el impacto de las redes en nuestro bienestar emocional es complejo y no se limita a efectos negativos.
La hipótesis de los investigadores sugiere que una cantidad moderada de uso de redes sociales podría ser beneficiosa para el bienestar mental, desafiando la noción de que la abstinencia completa es la solución ideal para todos. Este fenómeno podría explicarse por la hipótesis de Goldilocks de uso de pantalla digital, que propone que un uso moderado puede ser más beneficioso que el exceso o la ausencia total.
La dualidad de las redes sociales
El estudio también pone de manifiesto la dualidad de las plataformas online. Por un lado, pueden desencadenar comparaciones sociales negativas y fomentar el temor a perderse algo. Por otro, también son una fuente de aprobación social y conexión con otros. Este equilibrio de efectos sugiere que las respuestas emocionales a las redes sociales son más matizadas de lo que se podría esperar.
A pesar de algunos casos de recaída, los participantes no reportaron dificultades significativas para dejar de usar las redes. Además, los tests cognitivos realizados para medir la ansiedad por usar las redes sociales mostraron cambios insignificantes después del experimento. Esto indica que, contrario a lo que se podría esperar de adicciones más establecidas, la abstinencia de redes sociales no generó los síntomas de abstinencia típicos.
El estudio concluye que reducir o abstenerse del uso de plataformas sociales durante una semana no tiene efectos sustanciales en las respuestas afectivas o motivacionales. Aunque se necesitan más investigaciones para comprender completamente estos hallazgos, queda claro que la relación entre las redes sociales y nuestras emociones es intrincada y merece una exploración más profunda.