El confinamiento por la pandemia del Coronavirus y quienes necesitaban (y podían) hacer trabajo desde el hogar, como también contar con el equipamiento necesario para realizar sus clases en línea, son algunos de los factores para que el 2020 haya sido el año de la fibra óptica hogar. ¿Por qué? La necesidad de contar con una conexión estable y sin límites de tráfico, han sido parte vital para muchos en cómo nos desenvolvemos en nuestros quehaceres.
Según un estudio reciente de la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile (Subtel), al cierre del año 2020 las conexiones de Internet a través de fibra óptica crecieron 62%, representando el 40,9% del total de las conexiones fijas en todo el país.
Estas cifras van en concordancia con el reporte de la OCDE presentado en febrero de 2021, donde se señaló que el crecimiento de fibra óptica en Chile había llegado a un 37,6% en lapso de un año. Superando el promedio (13,5%) de todos los países miembros de esta organización.
Quitando de lado la fibra óptica hogar y observando el panorama general de las conexiones fijas a Internet, estas alcanzaron los 3,79 millones a diciembre 2020, cifra mayor en un 10,3% respecto de los últimos 12 meses.
¿Y qué pasó con el tráfico de Internet fijo? Evidentemente también aumentó. ¿Cuánto? Según Subtel en un 58% entre 2019 y 2020. Además, los accesos fijos residenciales crecieron en un 12,5%, siendo el mayor crecimiento anual en 11 años (desde 2009).