El servicio de mensajería WhatsApp acaba de anunciar una nueva funcionalidad que permite convertir los mensajes de voz en texto. Esta característica de transcripción se genera directamente en el dispositivo del usuario, algo que la compañía indica que garantiza la privacidad y la protección de los mensajes a través del cifrado de extremo a extremo. Los usuarios pueden activar la función desde la configuración de la App, seleccionando el idioma de preferencia y habilitando la transcripción desde el apartado de chats.
Funcionamiento y disponibilidad de la transcripción
Para utilizar esta herramienta, el usuario debe mantener presionado un mensaje de voz recibido y seleccionar la opción de transcribir. El texto resultante aparece directamente bajo el mensaje de audio. Actualmente, la transcripción está disponible en algunos idiomas, incluidos inglés, español, portugués y ruso, con planes para añadir más idiomas en los próximos meses. La funcionalidad puede no estar activa inmediatamente para todos, ya que su implementación se realizará de manera gradual a nivel global.
En dispositivos Android, los usuarios pueden gestionar la transcripción desde los ajustes de idioma en la sección de configuración de chats. Por otro lado, en iOS, se requiere habilitar Siri para permitir el soporte de idiomas como alemán, japonés, árabe, entre otros, dependiendo de la versión del sistema operativo instalada. En iOS 17, la compatibilidad se amplía a lenguas adicionales como danés, hebreo y tailandés.
Los mensajes de voz transcritos se limitan a audios que coincidan con el idioma seleccionado en la configuración. En caso de discrepancias, o si el audio contiene ruido de fondo excesivo, es posible que el proceso de transcripción no sea exitoso o que el texto generado no sea completamente preciso.
La función de transcripción está diseñada especialmente para quienes se encuentran en ambientes ruidosos o prefieren leer en lugar de escuchar un mensaje. WhatsApp asegura que, al realizar el proceso directamente en el dispositivo, los mensajes permanecen inaccesibles incluso para la propia empresa, preservando la confidencialidad de los usuarios.