Las turbulencias en los vuelos están aumentando debido al cambio climático, según estudios y reportes recientes. Los científicos advierten que la turbulencia severa en las corrientes en chorro podría duplicarse o incluso triplicarse en las próximas décadas si el clima continúa cambiando como se espera. Este fenómeno ya ha causado varios incidentes significativos, incluyendo heridos y, en algunos casos, muertes.
El 21 de mayo de 2024, un vuelo de Singapore Airlines (SQ 321) experimentó una turbulencia severa mientras se dirigía de Londres a Singapur. El Boeing 777-312ER, que transportaba a 211 pasajeros y 18 tripulantes, encontró turbulencia cerca del sur de Myanmar. La turbulencia fue causada por actividad convectiva en desarrollo, lo que provocó fluctuaciones violentas en la altitud y la aceleración vertical de la aeronave.
Según el informe preliminar, las fluctuaciones oscilaron entre +1.35G y -1.5G, lo que provocó que varios pasajeros desabrochados golpearan el techo del avión antes de caer de nuevo al suelo. La turbulencia duró aproximadamente un minuto y dos segundos, resultando en múltiples heridos y la muerte de un pasajero de 73 años debido a problemas cardíacos.
Las turbulencias y el cambio climático
La relación entre el cambio climático y el aumento de la turbulencia ha sido objeto de estudios. Los investigadores han encontrado que el calentamiento global está intensificando las condiciones atmosféricas que causan turbulencia, específicamente al aumentar la cizalladura vertical en los límites de las corrientes en chorro. Esta cizalladura crea más áreas de aire inestable, aumentando la frecuencia y severidad de las turbulencias en altitudes de crucero.
El incidente del vuelo SQ 321 es un ejemplo reciente de cómo la turbulencia severa puede afectar a los vuelos. La turbulencia encontrada en este vuelo fue lo suficientemente fuerte como para causar daños estructurales menores a la aeronave y resultó en la hospitalización de varios pasajeros y tripulantes. Singapore Airlines ha ofrecido compensaciones a los pasajeros lesionados, que van desde $10.000 a $25.000 dólares.
Medidas de seguridad en la aviación
Las turbulencias son una preocupación constante para la industria de la aviación. El costo para la industria aérea se estima en aproximadamente 200 millones de dólares por año en Estados Unidos, según datos de 2003. Estos costos incluyen inspecciones adicionales de las aeronaves después de encuentros con turbulencias y compensaciones por lesiones a pasajeros y tripulación. La naturaleza impredecible de la turbulencia en aire claro (CAT) representa un riesgo particular, ya que puede ocurrir sin ninguna advertencia visual o radar detectable.
Para enfrentar este desafío, la industria de la aviación está implementando nuevas tecnologías y procedimientos. Por ejemplo, la IATA ha introducido un programa —privado y comercial— llamado «Turbulence Aware», que utiliza datos en tiempo real para alertar a las aerolíneas y tripulaciones sobre la ubicación y severidad de la turbulencia. Este programa ha sido adoptado por varias aerolíneas, incluidas Emirates después del incidente de Singapore Airlines.
A pesar de estos avances, la recopilación de datos sobre incidentes de turbulencias sigue siendo un desafío. Las autoridades de aviación no siempre recolectan información de manera consistente, lo que dificulta el análisis de patrones a largo plazo. Sin embargo, estudios meteorológicos y modelos climáticos indican que la turbulencia en aire claro probablemente se volverá más común a medida que el clima continúa cambiando.
El aumento de las turbulencias también ha llevado a algunas aerolíneas a considerar la implementación de reglas más estrictas sobre el uso de cinturones de seguridad en aviones. Aunque mantener los cinturones abrochados durante todo el vuelo puede reducir el riesgo de lesiones, también plantea preocupaciones sobre la salud de los pasajeros en vuelos largos, donde es importante moverse para prevenir problemas como la trombosis venosa profunda.