Zmart, la conocida cadena de tiendas especializada en videojuegos, ha cerrado sus puertas definitivamente, marcando el fin de una era para los aficionados a los juegos en Chile. Este cierre afecta a todas sus sucursales a nivel nacional, dejando a muchos empleados y clientes en incertidumbre.
La noticia del cierre, tras poco más de 20 años de operabilidad, comenzó a circular cuando los clientes notaron que varias tiendas dejaron de operar en los últimos días, sin un anuncio oficial previo por parte de la empresa. Usuarios reportaron haber recibido correos electrónicos ofreciendo despacho gratuito por compras ya realizadas, señalando el cierre «de forma indefinida» de los locales.
El anuncio a los empleados
La confirmación del cierre llegó a los empleados de Zmart a través de un correo electrónico con el asunto «Game Over», indicándoles que a partir del 1 de febrero, todas las tiendas estarían cerradas y que no debían asistir a trabajar, a menos que fuera necesario coordinar el retiro de mercadería.
Esta situación recuerda al cierre de Microplay, otra empresa del sector que inició su liquidación voluntaria a comienzos de 2023. La situación laboral para los trabajadores de Zmart se ha vuelto incierta, especialmente después de que se reportara que a algunos empleados de la sucursal del Mall Plaza Oeste los dejaron sin tienda y los mandaron a casa, incluso cortándoles la luz.
Crisis financiera de Zmart
La mala situación en esta compañía no pasó de un momento a otro. Se menciona que la situación comenzó a deteriorarse cuando proveedores importantes como Nintendo Chile, Sony Chile y Xbox Chile empezaron a exigir pagos al contado en lugar de las habituales condiciones de pago en cuotas que Zmart solía manejar. A pesar de los problemas financieros, la empresa logró pagar el aguinaldo de Navidad a sus empleados el año pasado, lo que sorprendió a muchos, dado el contexto económico adverso.
Con el cierre de Zmart y previamente de Microplay, WePlay se convierte en la única cadena de venta de videojuegos con presencia física en Chile, destacando en un mercado que ha visto disminuir sus opciones para la compra de videojuegos en tiendas físicas.