El Tribunal de Internet de Beijing, en noviembre pasado, estableció que una imagen generada por inteligencia artificial (IA) debe considerarse como una obra de arte protegida por el derecho de autor. Esta decisión, la primera de su tipo en China continental, se centró en una imagen creada con Stable Diffusion. El tribunal reconoció la «originalidad» y el aporte intelectual del creador humano.
Toda esta situación surgió cuando una persona de apellido Li, quien es el demandante, utilizó el programa Stable Diffusion de la startup estadounidense StabilityAI para crear una imagen de una joven asiática y la publicó en la plataforma de redes sociales china Xiaohongshu. Posteriormente, Li demandó a un bloguero, Liu, por usar la imagen sin permiso en Baijiahao, una plataforma de contenido propiedad de Baidu. El tribunal falló a favor de Li, destacando cómo los ajustes continuos y las elecciones estéticas del creador reflejaban un «juicio personalizado».
Implicaciones y debates por el derecho de autor
Este fallo ha intensificado el debate sobre si el contenido generado por inteligencia artificial generativa debe estar protegido por leyes de derecho de autor. La decisión del Tribunal de Internet de Beijing sugiere que futuras disputas sobre la expresión personal en imágenes creadas con ayuda de IA deben evaluarse caso por caso. Zhu Ge, la jueza presidiendo el caso, indicó que la decisión se tomó considerando las implicaciones para las «industrias emergentes». Según Zhu, si el contenido creado con modelos de IA no se considera arte, esto podría perjudicar a la industria.
Lo ocurrido en China no sólo es significativo para dicho país, también tiene implicaciones internacionales. Mientras que algunos expertos argumentan que las obras generadas por IA carecen de la creatividad humana necesaria para la protección de los derechos de autor, otros creen que estas obras aún pueden poseer originalidad y deberían ser elegibles para los derechos de autor. Este fallo plantea preguntas importantes sobre la intersección de la IA y las leyes de derechos de autor, afectando a varias industrias y generando una conversación global sobre las implicaciones legales y éticas de la tecnología de IA.
Finalmente, el tribunal ordenó al acusado que se disculpara públicamente y que pagara 500 yuanes ($71 USD aproximadamente) por conceptos de daños y prejuicios. Además, deberá pagar otros 50 yuanes en conceptos de costas judiciales.