En un movimiento que ha sorprendido a los mercados, STC Group, el operador de telecomunicaciones más grande de Arabia Saudita, ha adquirido una participación del 9,9% en Telefónica (Movistar), la gigante de telecomunicaciones española. La inversión, que asciende a 2.100 millones de euros (aproximadamente 2.250 millones de dólares), se realizó en acciones y en instrumentos financieros que otorgan una ‘exposición económica’ adicional del 5% a la empresa.
STC Group ha manifestado que busca asegurar los derechos de voto para ese 5% de interés mantenido a través de instrumentos financieros, una vez que reciba las aprobaciones regulatorias pertinentes. Olayan Alwetaid, CEO de STC, describió la inversión como una «oportunidad de inversión atractiva» y aclaró que la empresa no tiene intenciones de adquirir el control total o una participación mayoritaria en Telefónica.
Telefónica ha calificado la inversión de STC como «amistosa» y ha señalado que se enteró de la misma el martes pasado. Las acciones de Telefónica experimentaron un aumento del 2,9% tras el anuncio, cotizando a 3,86 euros en la bolsa de Madrid.
La ambición saudita va más allá de Movistar
STC Group es propiedad en un 64% del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF), que es el principal motor de la Visión 2030 del príncipe heredero Mohammed bin Salman para diversificar la economía saudita y reducir su dependencia del petróleo.
Este movimiento se produce en un contexto en el que los grupos de telecomunicaciones del Golfo están incrementando sus inversiones en el extranjero. Para STC, esta es la segunda incursión en el mercado de telecomunicaciones de Europa, habiendo acordado comprar infraestructura de torre por valor de 1.200 millones de euros al Grupo United en abril.
Telefónica, que enfrenta una fuerte competencia y la necesidad de grandes inversiones en infraestructura para la tecnología móvil de próxima generación, presentará un nuevo plan estratégico el 8 de noviembre con un enfoque en aumentar el flujo de efectivo libre de la compañía.
Y pese a lo comentado por Olayan Alwetaid de no buscar el control total de la empresa, ¿se acordará de cuando José María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica, tiró a rifa las filiales de Movistar fuera de Europa? En una de esas, la Torre Telefónica —en Santiago— se viste con un tobe si está barata de comprar.