En gran parte de nuestra región sudamericana comenzará muy pronto el invierno (crudo) y con ello las evidentes lluvias y frío, que son parte de la estación.
La pregunta es: ¿puedo mejorar mi hogar para contener la energía (calor) dentro de ella? Sí, puedes. Y eso no únicamente te mantendrá caliente, gastarás menos dinero calefaccionando los espacios.
Preparándose para el invierno
Según Carlos Galdames, docente de Duoc UC, lo primero que hay que hacer es aseo en el techo. En otras palabras, revisar que las canaletas estén despejadas, libres de hojas, trapos y polvo que con la humedad forma costras de barro.
¿Y qué pasa con el frío? Acá el mismo profesional recomienda revisar puertas y ventanas. Éstas deben estar siempre bien selladas en el borde de los marcos, para evitar la fuga de temperatura interior hacia el exterior, optimizando así la condición ambiental de los recintos como también la economía en la calefacción.
Además, la revisión de las puertas y ventanas ayudan al medioambiente, al utilizar menos recursos, como electricidad, gas o parafina, para mantener las viviendas calefaccionadas.
En el caso de las ventanas, en esta fecha es tiempo de sellar los bordes con gomas especiales y cambiar vidrios rotos o trizados para evitar que entre agua lluvia o vientos fríos.
Respecto a las puertas o ventanas de madera, hay que revisar que cierren como corresponda y no existan presiones ni roces entre marcos, ya que en invierno, con el aumento de la humedad ambiental, la madera se expande y dependiendo del estado en que estén, puede ser necesario cepillar o lijar los marcos para evitar complicaciones mayores.
De la misma forma, cuando permanecen cerradas las ventanas de madera, se hace muy difícil abrirlas por la presión que se genera, dificultando la renovación de aire hacia los recintos interiores y sosteniendo la humedad dentro de las viviendas, que en muchos casos, genera daños a las terminaciones interiores, tanto en pisos, muros y cielos.