Los suecos e históricos de las telecomunicaciones de Ericsson, anunciaron que cerrarán su negocio de módems y de paso tendrán que despedir a unos 1000 trabajadores. Todo esto porque el negocio de estos equipos tuvo una caída importante en el precio y existe el interés por parte de los fabricantes de teléfonos en adquirir hardware que Ericsson simplemente no construye. Desde el 2013 que la compañía venía evaluando el futuro de la creación de módems, esto porque su socio en esta materia, STMicroelectronics, se retiró en aquél entonces.
Ahora Ericsson enfatizó que este cierre se debe a los «vertiginosos cambios en el mercado», cuestión que hicieron costosa a esta unidad de producción de hardware. Además dijeron que creen que pueden usar el dinero de mejor manera. Esto -sin duda- deja contentos a los estadounidenses de Qualcomm e Intel, quienes ya tienen un competidor menos en el camino.