La empresa Greenwing Audio ha lanzado los primeros audífonos inalámbricos sin recurrir a Bluetooth u otra tecnología. Split en realidad, más que auriculares, es un reproductor de música que funciona con dos audífonos conectados a través de imanes, los cuales al separarlos empiezan a reproducir.
Pero lo que más impresiona en Split es la forma en que se manipularán los controles: con la mandíbula. Para cambiar de canción habrá que morder una vez, mientras que para subir el volumen se deberá morder dos veces, lo que imposibilita comer o mascar chicle mientras se ocupa Split. Para detener el aparato se debe golpear el audífono derecho e inmediatamente se suspenderá la reproducción.
El costo de Split rondaría los US$150 dólares, aunque en Greenwing Audio están a la espera de inversores que financien la fabricación y distribución del producto, por eso iniciaron una campaña para buscar recursos. Cualquier persona puede colaborar con ellos. Por ejemplo, si inviertes US$155 recibirás un Split, además de alguna futura ganancia.