Indra desarrolló un sistema de seguridad perimetral portátil llamado Basylis que puede desplegarse en apenas dos horas y responder a las exigencias de seguridad de lugares amplios, como centros de refugiados o campamentos.
Luego de ser usado, el sistema de seguridad puede recogerse y emplearse de nuevo en otro lugar.
Algo muy interesante es que este sistema de seguridad es energéticamente autónomo, es decir, puede ser usado en lugares donde no hay suministro eléctrico.
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¿Cómo funciona?
La solución cuenta con un centro de control portátil desde donde se monitoriza toda la información que recogen varios sensores desplegados en el área a proteger (sistemas radar, laser radar, sensores acústicos y sensores terrestres desatendidos).
Los radares pueden identificar vehículos que se aproximen a la instalación a una distancia de hasta 6 kilómetros, mientras que los sensores instalados bajo tierra detectan el paso de una persona a 25 metros.
Además, mediante un sistema de cámaras se puede realizar el seguimiento de cualquier incidente. Un software de detección del comportamiento procesa la información recogida e identifica situaciones de riesgo, como avalanchas de personas, situaciones de pánico o tumultos que supongan un peligro en un campamento de hasta 10 000 personas.
El sistema se puede calibrar y configurar de forma sencilla, tras determinar el área de cobertura, número y localización de accesos del campamento y situaciones de riesgo a identificar.
Por otro lado, mediante el uso de brazaletes geolocalizados es posible realizar el seguimiento de las personas para garantizar su seguridad.