Durante la jornada del 9 de diciembre, en la Comisión de Derechos Humanos del Senado, distintos profesionales, agentes gubernamentales y de fuerzas policiales, se reunieron para discutir sobre el uso de equipamiento disuasivo en las protestas. Esto involucrando al uso de químicos en vehículos como el «Guanaco» (Tango Lima) y «Zorrillo» (Tango Romeo).
Jorge Ávila, jefe de zona de control de orden público e intervención en Carabineros, fue el representante de la institución para exponer sobre protocolos y procedimientos de la institución que hasta el día de hoy eran públicamente desconocidos.
Esto incluyó el reconocer y explicar cómo es el uso del «orto-clorobenzilideno malononitrilo» (CS), en distintos estados, para los vehículos de la institución y en las bombas lacrimógenas. Considerando que este compuesto químico es el aprobado en Chile e internacionalmente por el Protocolo de Ginebra.
En el resumen en video que está al inicio de este artículo, pudieron observar y escuchar al Jefe de zona Ávila, explicando cómo se utiliza el compuesto CS para mezclar junto al agua que utiliza el Guanaco. Considerando que Carabineros presenta que su protocolo indica que este se realiza por un efectivo capacitado y utilizando agua recogida desde los grifos en la calle.
La mezcla se hace dentro del vehículo (independiente a su capacidad en litros) en compartimientos separados, basándose en una norma internacional que indica que la mixtura debe ser como máximo 0,4 miligramos de CS por metro cúbico de agua.
El propio Jorge Ávila también reconoce que el exceso de CS en la mezcla afecta a la salud, catalogándola como «peligrosidad inmediata» cuando se superan los 2 miligramos de CS por metro cúbico de agua.
Quemaduras por agua de Guanaco
Ahora la discusión principal se concentra en por qué manifestantes han aparecido con graves quemaduras en su cuerpo después de ser mojados por el vehículo de Carabineros. Los casos han sido corroborados y expuestos en la Comisión de Derechos Humanos por el Colegio Médico de Chile en base a su propio catastro.
Y si bien Carabineros entrega lo que dice su protocolo, no se sabe con exactitud si este se está cumpliendo en distintas aristas. Incluyendo el simple hecho de realizar la mezcla -no letal- como corresponde u ocupando agua de los grifos y no utilizando otro tipo de químicos fuera del «orto-clorobenzilideno malononitrilo».
Por ahora existe una solicitud en Fiscalía para que la institución deje de utilizar químicos en las mezclas del agua para el Guanaco, mientras con esta información -otorgada por Carabineros- se realizan estudios independientes recogiendo muestras del agua en las manifestaciones.
Cabe destacar que las compras de elementos disuasivos por parte de la institución se realizan a través de licitaciones privadas y por ende los protocolos nunca han sido presentados públicamente. Tampoco para estudios por entidades como el Instituto de Salud Pública u otro público o privado.
Así mismo, a la fecha, no se sabe con exactitud el tipo de capacitación que reciben los operarios de los vehículos que arrojan agua con químicos, considerando que el propio Jorge Ávila menciona que algunos efectivos han viajado al extranjero para aleccionamiento del equipo o producto adquirido.
Se desconoce -además- la relación comercial y educacional con el fabricante y vendedor del compuesto CS. Tampoco las instrucciones que este ha dado, incluyendo las actuales condiciones de almacenamiento del producto por parte de Carabineros después de su recepción.
Recordemos que el «orto-clorobenzilideno malononitrilo» tiene fecha de vencimiento y su degradación pasa a ser muy peligrosa para la salud humana, sobre todo si está expuesta a humedad o calor. De eso lo hablamos en una publicación anterior sobre las lacrimógenas vencidas.