Un estudio global que desarrolló Motorola a más de 7.000 usuarios de smartphones en Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, China, España, India y México, reveló que un 60% de las personas duermen con un teléfono en la mano y un 54% reconoce que es lo primero que salvaría en caso de incendio.
La recolección de datos se hizo durante junio y julio de 2015, mostrando también que la dependencia tecnológica lleva a que un 17% de estos jóvenes hayan usado un teléfono inteligente en la ducha.
Actividades favoritas de los jóvenes chilenos
Los jóvenes locales tienen gustos particulares. ¿Qué hacen en sus teléfonos? ¿Cuáles son las aplicaciones que les gusta utilizar? Esas preguntas también fueron respondidas por Motorola con un enfoque chileno al estudio que se desarolló globalmente. Eso sí, esta vez a 285 jóvenes de primero a cuarto medio de colegios ‘acomodados’.
Con ese antecedente etario aclarado y en primer lugar, la penetración cumple un rol fundamental ya que un 97% de los encuestados dice tener un smartphone, universo que se divide en un 53% de hombres y 47% de mujeres. La mayor parte de los dueños de smartphones se encuentra en el rango etario de los 13 a los 18 años (85%) y un 60% de los entrevistados afirma que adquirió su celular como regalo.
En cuanto al uso del dispositivo, un 66% declara que prefiere utilizarlo durante la noche, seguido de un 32% que lo usa durante la tarde y en mucha menor medida durante la mañana y la madrugada. Si se trata de tiempos, la gran mayoría de los encuestados usa su teléfono entre tres y cinco horas diarias (44%), seguido de una porción que lo hace de una a tres horas (28%) y entre cinco y ocho horas (24%).
De acuerdo al informe, la principal actividad que realizan los jóvenes con sus smartphones es chatear (37%), seguida muy de cerca por la interacción en redes sociales (32%). La tercera preferencia es escuchar música (14%) y en menor medida navegar por internet (6%) y realizar o recibir llamadas (6%).
En cuanto al apego por sus smartphones, un 64% de los encuestados declaró que lo considera “un medio para estar conectado con el entorno, pero del cual podría prescindir”, mientras que un 14% lo considera “su mejor pasatiempo” y un 10% “una herramienta de trabajo”.
Ante la pregunta ¿cuánto estaría dispuesto a pagar por un smartphone?, la gran mayoría se inclina por un monto que va entre los $100.000 y $200.000 (37%), seguido por un 34% que pagaría entre $50.000 y $100.000 y un 11% que estaría dispuesto a desembolsar entre $200.000 y $300.000.
Por último, consultados respecto de qué le falta a sus smartphones para que sean perfectos, la principal falencia detectada por los jóvenes es la poca duración de la batería (39%) seguida por una mayor capacidad de almacenamiento (31%), y mayor velocidad (15%), entre otros.