Conseguir superficies que permanezcan secas es uno de los mayores retos de los centíficos que trabajan en la industria de materiales.
La naturaleza ofrece ejemplos de elementos que repelen el agua, como las hojas de algunos árboles o las plumas de las aves, que la ciencia intenta imitar.
De ahí que esta semana en la Revista Nature un equipo científicos describa una superficie con una textura que hace que las gotas de agua reboten tan rápidamente que apenas les da tiempo a humedecerla.
Hasta ahora, se pensaba que el tiempo de contacto entre una gota y una superficie era el menor posible cuando, en el choque, la gota forma una tortita perfecta para retroceder simétricamente.
Sin embargo, Kripa Varanasi, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), ha usado una película de alta velocidad para mostrar que las gotas rebotan más deprisa si las salpicaduras son desiguales, con un menor tiempo de contacto.
Los científicos han utilizado una superficie altamente repelente a los líquidos y han añadido macrotexturas para redistribuir la masa e impedir que se extienda, logrando así que se retraigan simétricamente.
Según los expertos, esto podría aplicarse a superficies expuestas a la lluvia y al frío para evitar la formación de hielo, como el interior de los motores de los aviones.