Mucho se habla de los beneficios de los discos SSD en temas como velocidad de funcionamiento pero, ¿hasta qué punto vale la pena optar por un disco SSD en vez de uno normal?
En OhMyGeek! conversamos con Francisco Silva, gerente de ventas de Kingston para Chile y Perú, quien nos habló acerca de las principales diferencias entre discos SSD y discos normales, así como del uso de sistemas híbridos que cuentan con características de ambos.
¿Cuáles son las principales diferencias entre un disco SSD y un disco duro normal?
La principal diferencia está en que los discos duros convencionales son dispositivos de almacenamiento que emplean un sistema de grabación magnética para guardar datos digitales, mientras que los SSD (Solid State Drive), o unidades de estado sólido, no tienen piezas móviles, ya que funcionan con chips de memoria flash, por lo que son más veloces y resistentes.
¿Realmente vale la pena optar por un disco SSD en lugar de un disco duro convencional?
Para usuarios que buscan rendimiento máximo, los SSD son una clara opción por sobre los discos duros tradicionales. Los SSD también son una excelente opción para usuarios corporativos que buscan actualizar sus sistemas sin tener que invertir en nuevos equipos. Así también, en ambientes de servidores.
¿Cuáles son los principales beneficios de optar por un disco SSD?
Un usuario que opta por un SSD tendrá los beneficios de una alta velocidad de funcionamiento, ya que las aplicaciones se inician hasta un 50% más rápido que con un disco duro convencional, con tiempos de arranque mucho menores; los fanáticos de los videojuegos podrán ver correr sin problemas los juegos más exigentes. Así también, los SSD son altamente resistentes a golpes.
¿Dependen los discos SSD de elementos mecánicos, es decir, podrían resistir sin problemas golpes y caídas?
No, los SSD no dependen de elementos mecánicos, sino que funcionan con chips de memoria flash, y esto los hace altamente resistentes a golpes, caídas, altas temperaturas y condiciones extremas.
Se dice que el número de ciclos de escritura de un SSD es más bajo que el de los discos duros tradicionales. ¿Hasta qué punto es eso cierto?
En promedio, los SSD tienen menos ciclos de escritura que los discos duros convencionales, pero hay que considerar dos factores importantes, sobre esta materia. Primero, el usuario común no suele usar su hardware hasta el fin de su vida útil, además los SSD Kingston están desarrollados, pensando en un uso por sobre el promedio diario de cualquier usuario, durante los 3 años de garantía. Segundo, recuperar datos desde un disco duro, tiene un costo muchas veces elevados. Nosotros, recomendamos a los usuarios hacer un manejo responsable de los datos, todos los dispositivos tecnológicos, pueden presentar fallas. Por lo tanto, los respaldos constantes como política básica son una necesidad para todo tipo de usuarios.
Uno de los contras de los discos SSD es que su coste por MB es bastante más elevado que en el caso de los discos duros normales. ¿Cuánto más debemos esperar para que bajen los precios?
Durante 2012 las SSD presentaron una baja en los precios de entre un 5% y un 10%. Pese a que los SSD aún son más caros que los discos duros convencionales, en usuarios corporativos la inversión es compensada porque los SSD permiten extender la vida útil de los equipos ya existentes y postergar en hasta dos años la renovación total del hardware.
Hay quienes afirman que uno de los principales problemas de los discos SSD es la generación de calor, que se ve acrecentada con la reducción de tamaño de estos y, al ser usados en portátiles, podrían afectar directamente al resto del equipo. ¿Cuál es su posición al respecto?
Los SSD no se calientan, ya que no tienen partes móviles, por lo que no producen problemas de temperatura ni ningún daño a equipos portátiles. Al contrario: son más resistentes a golpes y a condiciones extremas.
¿Qué tan bueno es hacer un SSD caching, es decir, crear una configuración híbridas con un SSD que actúe como memoria cache y un disco duro tradicional?
En ambientes empresariales se usa la configuración híbrida, utilizando un SSD para el sistema operativo y un disco duro convencional para el almacenamiento. Ambos sistemas pueden convivir perfectamente. Kingston ofrece un kit de instalación mediante un software de clonación del disco duro convencional, por lo que la instalación del SSD es muy simple.
Se rumorea que después de un fallo mecánico los datos almacenados en un disco SSD se pierden por completo pues la celda es destruida, mientras que en un disco duro normal que sufre daño mecánico los datos son frecuentemente recuperables usando ayuda de expertos. ¿Es esto cierto?
Es correcto, por eso es importante hacer hincapié en la responsabilidad de hacer respaldos constantes a los datos. Ahora bien, aunque esto puede parecer una debilidad importante de estos productos, los SSD de Kingston son fabricados bajo los más elevados estándares de calidad y en forma adicional, nuestra Línea V+ y Hyper X 3K que son las más populares en nuestra región, cuentan con un sistema de sobre-aprovisionamiento, que le da al controlador del SSD la posibilidad de recurrir a capacidad extra, que el usuario no ve, pero que está ahí, lista para ser utilizada en reemplazo de alguna celda dañada. Con esto se han disminuido de manera considerable las posibilidades de este tipo de fallas en nuestros productos.