Hay cuatro planetas que giran alrededor del HR8799, una estrella ubicada a 128 años luz de nuestro planeta. Ahora, por primera vez, los astrónomos que trabajan en un grupo llamado Proyecto 1640 han dado a conocer un nuevo método de «reconocimiento a distancia» que les permite entender más de acerca cómo son estos planetas. Así lo indica un reportaje publicado hoy en el sitio Web de la Revista Forbes.
Una de las principales herramientas que tienen los astrónomos para la comprensión de los objetos en el universo es la espectroscopia. Esto se basa en el principio de que diferentes tipos de productos químicos dispersan luz de diferentes maneras (por ejemplo, las estrellas). Al observar la luz que dichos objetos dispersan, los astrónomos pueden determinar la composición química de los objetos que rebotan su luz (como los planetas).
«Una imagen vale más que mil palabras, pero un espectro vale un millón», dijo el autor principal, Ben R. Oppenheimer en un comunicado donde afirma que podría existir otro sistema solar.
Sin embargo, cuando se trata de planetas fuera de nuestro sistema solar, hay un gran problema: la órbita de los planetas. La luz que proviene de ellas es tan brillante que, hasta ahora, ha abrumado los intentos de los astrónomos para encontrar la composición química de los planetas.
Para solucionar este problema, el Proyecto 1640 utiliza un conjunto de hardware y software que, básicamente, corta la luz de una estrella cercana. La supresión de la luz hace que sea más fácil para los astrónomos descubrir las imágenes de los planetas cercanos a ellas.
Entonces, los científicos son capaces de observar los espectros químicos y determinar la composición de los planetas mismos.
Planetas alrededor de HR8799
En cuanto a los planetas alrededor de HR8799, los astrónomos hicieron algunas observaciones interesantes. En primer lugar, se encontró que los espectros para cada planeta eran muy diferentes. En el documento, señalaron que esto podría significar que la «diversidad de los planetas es mayor de lo que se pensaba».
Si bien los autores señalan que los resultados previos todavía requieren más estudios, señalaron algunas características interesantes de cada planeta, y los clasificaron con planetas tipo B, C, D y E.
Entre los hallasgos destaca que los planetas tipo B contienen amoníaco y / o acetileno, así como metano CO2, pero poco. En el caso de los planetas tipo C, contienen amoníaco y, talvez, un poco de acetileno, pero no metano ni CO2.
Por su parte, los planetas tipo C contienen acetileno, metano y CO2, pero no se ha detectado amoníaco definitivamente; mientras que los plnetas tipo E contienen metano y acetileno, pero no amoníaco, ni CO2.
«Una de las anomalías más llamativas es un desequilibrio químico aparente. La química básica predice que el amoníaco y el metano, en estado natural, deben coexistir en cantidades variables -a menos que estén en lugares extremadamente fríos o calientes-«, señaló uno de los investigadores.
Pero, ¿por qué hay un desequilibrio químico?, o ¿por qué los planetas en el sistema HR8799 son tan diversos?. Estas son preguntas que aún quedan por resolver.