Apple solicitó una patente que podría cambiar la de cargar sus dispositivos, dejando de lado los cables. La solicitud de la patente por parte de Apple lleva por nombre Utilización de energía inalámbrica en un entorno informático local.
Y es que tras el lanzamiento del iPhone 5 (que toda la gente esperaba que incluyera esta facilidad) representantes de la empresa explicaron que no habían elegido este sistema porque todavía los sistemas inalámbricos de carga necesitan estar conectados a la red. Entonces la compañía de la manzana se preguntó hasta qué punto esta tecnología suponía una ventaja.
Hoy casi todos los cargadores inalámbricos utilizan carga inductiva, que utiliza un campo electromagnético que transfiere energía entre dos objetos. La energía es enviada a un dispositivo eléctrico que la utiliza para cargar baterías.
Sin embargo, pese a ser inductiva y que no hay que conectar ningún cable al dispositivo, no termina de considerarse una carga inalámbrica (porque al fin y al cabo, esa placa de inducción se enchufa a la corriente eléctrica). Un ejemplo de dispositivo que usa esta tecnología es el Nokia Lumia 920.
Todo apunta a que la patente de Apple pretende darle un enfoque diferente en este ámbito al utilizar un campo de resonancia magnética (NFMR) convertido en la fuente de energía que liberará la carga a dispositivos cercanos que posean un NFMR en su interior.
De esa forma, se crearía una zona de carga virtual con un alcance de un metro aproximadamente y en el que el iMac o Apple Cinema Display podrían alojar esa fuente de alimentación NFMR.
En ese sentido, los dispositivos iOS y accesorios estarían constantemente cargados lo que ayudaría a que pudieran liberarse de sus baterías.
Vemos con qué novedad sale Apple esta vez y qué tal le parece a sus usuarios el cambio.