Durante el primer semestre del 2011, los hogares chilenos vieron una mejora del 8% en la adopción de nuevas tecnologías en comparación a los últimos seis meses del 2010, pasando de 71% a 80%.
Estos y otros datos fueron presentados por la Asociación de Empresas Chilenas de Tecnología de la Información (ACTI) y la consultora IDC, en colaboración con la empresa Movistar, y forman parte de los resultados la segunda versión del Indicador de Desarrollo Digital en Chile.
El estudio evaluó tanto hogares, como empresas privadas y entes del sector público. Según el informe, mientras los hogares lideraron el alza respecto a la medición anterior, las empresas y el sector público sufrieron un aumento en la utilización de nuevos dispositivos, lo cual permite la entrega de nuevos servicios, factor clave para la competitividad.
En general, la medición reveló que en todos los pilares evaluados disminuyó, aunque fuera levemente, la brecha digital y que el país sigue creciendo y desarrollando su nivel de adopción de tecnologías. Aquí cabe mencionar que durante el 2011 el sector público superó apenas en un 3% los resultados del 2010, es decir, alcanzó un 64%.
Lo anterior demuestra que aún existe en Chile un largo camino por andar y que los avances obtenidos hasta hoy no son suficientes para lograr las metas de un país que espera ser desarrollado al 2018.
En este sentido, Raúl Ciudad, presidente de ACTI, afirmó que todavía hay mucho trabajo que hacer en términos de fomento a la incorporación de las tecnologías de la información, principalmente en los hogares y en las empresas de menor tamaño.
“La banda ancha y la conectividad de las zonas remotas deberían estar creciendo a niveles mucho más acelerados que lo que estamos observando, además el país debería invertir más en investigación y educación en materias técnicas e inglés”, aseguró Ciudad.
El Indicador de Desarrollo Digital busca mostrar el nivel de adopción de tecnología en el país, relacionado con los beneficios que la industria está o no ofreciendo al posicionamiento de la economía chilena en el contexto global.
Este indicador es uno de los primeros que apuesta por comparar a Chile con los demás países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y que permite tener una mirada más panóramica a la que tenía el país cuando se medía con países apenas emergentes.