Oracle está pasando por una fuerte caída bursátil en medio de la creciente desconfianza del mercado hacia sus planes de expansión en infraestructura de inteligencia artificial. Las acciones de la compañía retrocedieron cerca del 30% en el cuarto trimestre de 2025, encadenando su peor desempeño trimestral desde el ‘estallido de la burbuja tecnológica’ en 2001. Los inversores cuestionan la capacidad del grupo para financiar y ejecutar los proyectos vinculados a OpenAI, que comprometió más de 300.000 millones de dólares en servicios con la empresa.
Apenas tres meses después del nombramiento de Clay Magouyrk y Mike Sicilia como nuevos directores ejecutivos, el valor de la acción cayó desde el máximo histórico de 345,72 dólares alcanzado en septiembre hasta 197,49 dólares al cierre del miércoles anterior. La caída se intensificó tras los resultados financieros más recientes, que mostraron ingresos y flujo de caja por debajo de las expectativas.
Incertidumbre por el gasto y la deuda de Oracle
En su última conferencia con analistas, el director financiero Doug Kehring anunció 50.000 millones de dólares en gastos de capital para el ejercicio fiscal 2026, una cifra 43% superior al plan de septiembre y el doble de lo invertido un año antes. Además, la empresa proyecta 248.000 millones en arrendamientos para ampliar su capacidad en la nube, lo que implicará un fuerte aumento del endeudamiento. En septiembre, Oracle emitió 18.000 millones en bonos, una de las mayores colocaciones de deuda registradas en el sector tecnológico.
Analistas de D.A. Davidson advirtieron que la compañía «apenas mantiene» su calificación de grado de inversión y expresaron dudas sobre su capacidad para cumplir sus compromisos sin modificar el contrato con OpenAI. Mientras tanto, el encarecimiento de los credit default swaps reflejó la creciente percepción de riesgo entre los inversores.
Demoras en proyectos y presión sobre el negocio principal
Según reportes recientes, algunos centros de datos vinculados al proyecto Stargate de OpenAI se retrasaron al menos un año por problemas de suministro y mano de obra, lo que agravó las preocupaciones en torno a la rentabilidad futura. La iniciativa, que contempla una capacidad total cercana a 7 gigavatios y una inversión superior a 400.000 millones de dólares, incluye tres complejos desarrollados por Oracle.
El negocio tradicional de software también mostró señales de debilidad, con una caída del 3% en los ingresos del tercer trimestre, hasta 5.880 millones de dólares. Pese a ello, la dirección mantiene su objetivo de elevar la facturación total a 225.000 millones en 2030, frente a los 57.000 millones previstos para 2025, con el crecimiento impulsado por la infraestructura de IA. Sin embargo, con proyectos demorados y un endeudamiento creciente, los analistas advierten que alcanzar esa meta será cada vez más difícil.




