Tras un periodo de ocho años liderando la empresa, Patrick Spence dejó su cargo como director ejecutivo (CEO) de Sonos. Su salida, acordada con el consejo de administración, fue anunciada tras los problemas generados por una actualización global de la aplicación de Sonos en mayo de 2024, que desató críticas masivas de los usuarios debido a fallos graves en funcionalidades clave.
La nueva versión de la App impidió a los usuarios realizar acciones esenciales, como gestionar sus bibliotecas de música, configurar temporizadores de apagado o controlar sus listas de reproducción. Estas deficiencias, atribuidas a un software basado en un código desactualizado, se produjeron en un intento apresurado por coincidir con el lanzamiento del «Ace», los primeros auriculares inalámbricos de la compañía y que nosotros tuvimos la oportunidad de revisar en detalles.
Consecuencias financieras para Sonos
La actualización defectuosa llevó a la compañía a destinar entre 20 y 30 millones de dólares para reparar el programa, además de reducir su plantilla en un 6%, equivalente a 100 empleados. A pesar de estos esfuerzos, la aplicación continuó generando quejas, impactando negativamente en la percepción de los consumidores.
La empresa también registró una caída del 13% en su valor de mercado tras el lanzamiento de la actualización, y una disminución del 12% en el precio de sus acciones durante 2024. Spence y otros siete altos ejecutivos renunciaron a sus bonos en el último año fiscal debido a los resultados desfavorables.
El consejo de administración nombró a Tom Conrad, miembro del consejo desde 2017, como director ejecutivo interino. Conrad asumió la responsabilidad de revitalizar la moral de los empleados y reconstruir la confianza de los usuarios, mientras se busca un nuevo líder para la empresa con ayuda de una firma especializada.
Durante su mandato, Spence impulsó la diversificación de los productos de Sonos hacia categorías como altavoces portátiles y audio espacial. Sin embargo, los problemas con la aplicación y su respuesta tardía a las críticas —sin duda— erosionaron la confianza en su liderazgo.