La Comisión Federal de Comercio (FTC) de los Estados Unidos inició una investigación este año sobre las prácticas de Uber relacionadas con su servicio de suscripción, «Uber One». Este programa ofrece beneficios a los usuarios, como descuentos en viajes y entregas en Eats, pero ha generado quejas de clientes que alegan haber sido inscritos sin su consentimiento, además de tener dificultades para cancelar la suscripción.
Uber declaró que su proceso de cancelación cumple tanto con las normativas legales como con sus principios. Según la compañía, la mayoría de las cancelaciones pueden completarse en menos de 20 segundos directamente desde la App. Sin embargo, la FTC está examinando si estas afirmaciones son consistentes con las experiencias reportadas por los usuarios.
Antecedentes de la FTC con Uber One
La investigación es parte del trabajo de la FTC contra las dificultades para cancelar suscripciones. En octubre, el organismo aprobó la normativa conocida como «click-to-cancel», que obliga a las empresas a facilitar la cancelación de suscripciones con la misma facilidad que se suscriben. Aunque esta regulación ya generó problemas legales, ha sido aplicada en casos similares contra compañías como Amazon y Adobe.
Ojo, esta no es la primera vez que Uber cae en conflictos con la FTC. En 2017, la empresa resolvió una disputa sobre acusaciones de exagerar los ingresos de los conductores para atraer nuevos trabajadores. Al año siguiente, también llegó a un acuerdo relacionado con un incidente de seguridad en el que intentó encubrir un hackeo que comprometió datos de usuarios.
Las conversaciones entre la FTC y Uber incluyen propuestas de resolución, pero las negociaciones aún no han concluido. La investigación sigue en curso, mientras la compañía asegura su disposición para colaborar y resolver las inquietudes del regulador.