Ayer el mundo se asombró de un hecho histórico y único para la ciencia y la humanidad. Por primera vez se logró capturar una imagen real de un agujero negro. Nunca más se utilizarán recreaciones o dibujos para representar a estos «absorbe galaxias».
Y todo comienza gracias a una iniciativa llamada «Telescopio del Horizonte de Sucesos» («Event Horizon Telescope») o EHT por sus siglas en inglés. Una colaboración donde participan cerca de 200 científicos que trabajaron con ocho radiotelescopios alrededor del mundo.
Aunque esta idea no es reciente, comenzando originalmente hace más de dos décadas. Fue en 1993 cuando Heino Falcke estudiaba un doctorado y se le ocurrió combinar telescopios para obtener la imagen de un agujero negro.
Esa idea tomó forma con el pasar de los años, considerando que Falcke fue el primero en pensar que un agujero negro generaría una cierta emisión de radio cerca de él, tan fuerte que podría ser detectada desde nuestro planeta.
Además -en aquella época- leyó un viejo estudio de 1973 donde se mencionaba que los agujeros negros aparecían 2,5 veces más grandes que su tamaño real debido a su enorme gravedad.
Ambas cosas motivaron a Falcke a luchar por convencer -durante 20 años- a los investigadores del «European Research Council». Entidad que finalmente puso el dinero inicial para arrancar con el proyecto.
Posterior a ello, otras organizaciones también se sumaron. Por ejemplo la National Science Foundation, y agencias en el este de Asia.
Otra héroe del agujero negro
Heino Falcke es el gestor de la idea, pero dentro de ese equipo de casi 200 científicos, también existió una heroína que hizo posible este logro. Su nombre es Katie Bouman.
Ella con 29 años fue la experta -en ciencias de la computación- que ayudó a crear el algoritmo para generar la imagen. Liderando el desarrollo del software que se encargó de mostrarnos lo que hoy vemos.
Su trabajo se remonta hace 3 años atrás cuando inició la construcción de este programa. Y todo esto mientras era estudiante de posgrado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Recordemos que el agujero negro capturado es catalogado como un «monstruo» debido a su tamaño. Tiene un diámetro de 40.000 millones de kilómetros, tres millones de veces más que el diámetro de la Tierra, y está a una distancia de 500 trillones de kilómetros de nuestro planeta.