Hace unos días, el pasado 28 de febrero, se publicó en Facebook un video que alcanzó la fama mundial gracias a un usuario de Twitter. Este bajó el clip y posteriormente lo compartió en su cuenta personal, logrando una impresionante viralización. Así nació el «Cheese Challenge».
El primer video mostraba algo simple, pero para muchos repudiable. Tirarle y pegarle una lámina de queso en la cara de un bebé. Sí, tal como lo lees. Considerando el hecho que mayoritariamente este acto es realizado por los propios padres del chico.
«Unclehxlmes» es el usuario de Twitter que viralizó este reto, pero del cual no era su intención. Él sólo compartió un clip que le pareció gracioso, pero decidió borrarlo cuando la gente comenzó a reclamar por el acto y los medios de comunicación alardearon de un clip que ni siquiera era suyo.
Aunque sí cometió el error de hacer creer que efectivamente era de él, ya que en el tweet indicaba que le tiraba el queso a su hermano menor.
Finalmente a través de un «comunicado», este tuitero explicó el por qué decidió borrar el tweet y habló con la mamá del niño para explicarle la situación. Indicando que todo el hecho había sido invasivo para la familia y que quería disculparse.
Cheese Challenge, más allá de un tweet
De igual manera, borrar el clip de Twitter, ya no era una solución. Si bien este alcanzó más de 10 millones de reproducciones y más de 255.000 retweets, el concepto ya estaba instalado en medios de comunicación y otras redes sociales.
Actualmente, y a días de conocerse el video original, es común ver compilados de personas arrojándole quesos a otros. Y no sólo a niños, también entre adultos que decidieron -al menos- no ser tan crueles con los más pequeños. Teniendo en cuenta que los más chicos, a su corta edad, ni siquiera entienden qué está sucediendo.