Históricamente el transporte público, o los accesos a servicios, han privilegiado el descanso de los adultos mayores. Es común que en el tren subterráneo -o el bus camino al trabajo- los jóvenes les cedan el asiento para que vayan sentados.
Frente a esto, expertos médicos como el profesor de Oxford y consultor clínico de salud pública en Inglaterra, Muir Gray, dice que las personas mayores deberían tratar de caminar al menos durante diez minutos al día.
Adultos mayores y el estar sentados
En base a esa afirmación, Scarlett McNally, cirujana ortopédica del ‘Eastbourne District General Hospital’ (Reino Unido), comenta que para los mayores es un gran ejercicio estar de pie en el transporte público.
Esto porque existen muchas enfermedades en edad adulta que no se deben a un tema de edad, sino de inactividad. Por ende, mientras más ejercicio puedan hacer, mejor.
Muir Gray comentó en el periódico médico inglés, una invitación a los más adultos para que se motiven a tener una mayor actividad en su día a día. Incluso -por ejemplo- que los hijos no coloquen escaleras mecánica para sus padres en sus casas, ya que es mejor instalar una segundo pasa manos (y caminen).
El problema es que si bien existe una buena voluntad por parte de estos dos expertos médicos en motivar físicamente a los adultos y prevenir ciertas enfermedades radicadas en el sedentarismo, es poco probable que la gente vea con buenos ojos cuando le niegues el asiento a un abuelito(a).