¡Sí! El ‘Sexting‘ es peligroso, pero además es una actividad online que cada vez tiene más arraigo y puede representar distintos tipos de riesgos para quienes lo llevan a cabo si se ignoran las amenazas que podrían afectarlos.
Recordemos que esta práctica deriva de las palabras en inglés “sex” y “texting”, aunque en la actualidad ya no solo compete al intercambio de mensajes de texto con contenido erótico, sino que también considera fotografías, videos u otro tipo de material de índole sexual.
El intercambio de multimedia se puede realizar a través de redes sociales o servicios de mensajería instantánea como WhatsApp. Por lo mismo es muy importante proteger tu privacidad y evitar así los peligros asociados a esta práctica.

Recomendaciones sobre Sexting
ESET, una compañía dedicada a la seguridad informática, decidió compartir con nosotros algunas recomendaciones sobre el Sexting. Todo esto teniendo en consideración que la actividad en sí ya es peligrosa. ¿Por qué? Debido a que una vez que la información es compartida, se pierde el control de esta. Es decir, si enviaste una foto erótica lamentablemente puede ser difundida de forma viral en Internet.
Si bien esta práctica puede afectar a personas de distintas edades, los menores de edad son un público muy vulnerable. Los casos de Sexting también pueden asociarse con las víctimas de ‘grooming’, es decir, la acción donde un adulto contacta a un menor por Internet para ganar su confianza y amistad, con el fin último de abusar de él de distintas maneras.
¿Eres porfiado y aún así quieres compartir contenido de esta índole? Entonces mira las siguientes recomendaciones para que tengas en consideración con tu pareja:
- Ponte de acuerdo con tu pareja con anterioridad a la práctica de intercambio de fotografías y/o videos.
- Aplicar métodos para anonimizar el origen del contenido, a través de herramientas que permiten difuminar fotos o videos (Por ejemplo la App Photo Blur para iOS y Android).
- Evitar la exposición del rostro o rasgos particulares que permitan la identificación de la persona.
- Ser cuidadoso respecto a quiénes tienen acceso al dispositivo de forma física y lógica.
- Aplicar prácticas comunes como el bloqueo de los dispositivos.
- Considerar aspectos técnicos, como la eliminación segura del contenido íntimo a través del borrado seguro de los datos.
- Conectarse solo desde redes protegidas, evitando las de acceso público (por ejemplo las de una cafetería o bencinera).
- Revisar las aplicaciones y el software instalado en el dispositivo que puedan tener algún tipo de código malicioso que robe información.
- No instalar aplicaciones que no sean se tu confianza y mucho menos que no estén en las tiendas de aplicaciones de cada sistema operativo móvil.