El «Android perfecto», como algunos medios se atrevieron a decir por ahí, no contaron con esto en sus revisiones. Durante el inicio de esta semana se conocieron los primeros usuarios que indicaban que sus Galaxy Note 7 se incendiaban espontáneamente y sin una razón específica.
A la fecha hay más de 35 reclamos oficiales al rededor del mundo y Samsung tomó una difícil decisión comercial. Parar la distribución y venta de sus teléfonos, validando la seguridad por delante, ya que el mismo tiene un defecto que puede hacer que termine incendiándose cuando se está cargando.
El primer caso se detectó en Australia. Ahí las tiendas dejaron de vender el equipo y las compañías de telecomunicaciones comenzaron a informar a los usuarios que adquirieron un Galaxy Note 7 para arreglar una devolución de dinero o cambio de equipo. Justo ad portas de conocer al nuevo iPhone.
Oficialmente sobre el Galaxy Note 7
Koh Dong-jin, director de la división de móviles de la compañía, dijo que es un problema de la batería. Por ende la solución es cambiándola. Además afectaría a un 0,1% de todo el volumen actualmente vendido. Aún así, según fuentes cercanas a Samsung, deben detener todo porque es imposible saberlo con exactitud sin examinar el terminal.
La compañía está alerta a esta mala situación con los distintos distribuidores a nivel mundial. Incluso alertó que la investigación que se está realizando, se hará pública este fin de semana o a más tardar la próxima semana porque no quieren esconder -o retrasar- nada de esta.