Las cosas parecen estar un poco extrañar en Brasil. Un juez federal hace unos meses ordenó a la subsidiaria de Google en Brasil a pagar una multa de unos $200.000 dólares por no interceptar correos electrónicos en una investigación a Petrobras.
Finalmente la empresa, por leyes brasileñas, tuvo que acceder a la entrega de información, alegando que para ello debe existir una carta formal del gobierno de brasil en conjunto al estadounidense.
«Google cumple con las órdenes judiciales en Brasil y por su carácter confidencial no puede hacer comentarios sobre este caso.» (Flavia Sekles, vocera de Google Brasil)
De todas maneras la compañía fue acusada por el tribunal federal por incumplimiento y la compañía se defendió alegando que su subsidiaria en Brasil no estaba relacionada con Gmail, el servicio de correo de la compañía.