En poco más de una década, los robots serán mucho más que herramientas que nos ayuden en las tareas domésticas, en las cadenas de montaje o en el aparcamiento de un vehículo.
Según el español Antonio López, estaremos tan ligados a ellos que en 2025 habrá híbridos entre ser humano y máquina, con las consiguientes desigualdades sociales, económicas y culturales que generará esta dependencia.
En su libro La brecha robótica, López habla de como la tecnología siempre está íntimamente vinculada con el poder, tanto económico como militar, y se convierte en un elemento clave que determina su distribución y la de los recursos en un contexto histórico.
Como ha ocurrido con otras tecnologías, la robótica la creamos y la implantamos en nuestras sociedades desiguales y es previsible que refuerce dicha desigualdad.
Según lo anterior, la nueva brecha robótica tiene que ver con el poder, con la economía y la competitividad entre países. Pero también está relacionada con el acceso y disfrute de estos robots por parte de los ciudadanos.
Para López, cada vez habrá una mayor tendencia hacia la hibridación de seres humanos y máquinas, sobre todo alrededor del año 2025, que será cuando la robótica de servicios estará ampliamente difundida y los robots integrarán nuevas capacidades.
Por otro lado, Lopez asegura que más allá de la brecha que toda tecnología genera entre aquellos que tienen acceso a ella y el resto de la población, los robots en sí mismos se podrán convertir en un desafío para los seres humanos, en función de sus capacidades.
¿Se puede evitar esta brecha robótica?
«Lo que se puede hacer es tomar conciencia de cómo generamos la tecnología, en sociedades desigualitarias, y cómo podemos configurarla para generar mayor inclusión social», asegura López.
Según el autor, la gestión de la brecha digital es un buen ejemplo. En algunas organizaciones, la incorporación de las TICs ha reforzado las estructuras jerárquicas preexistentes. Sin embargo, en otras ha permitido una gestión más dinámica y menos jerárquica.
Es por ello que, según el experto, lo mismo puede ocurrir en nuestras sociedades.