En junio de 2014, los astronautas que pasen por sobre nuestras cabezas en la Estación Espacial Internacional serán capaces de imprimir en impresoras 3D partes importantes que puedan necesitar, mientras que estén en órbita.
La medida se tomó debido a que uno de los problemas a los que se enfrentan los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) es sustituir las piezas que se extravían o se rompen.
Y aunque en la propia EEI pueden tener piezas de repuesto, estas ocupan el codiciado espacio de la estación, y si se agotan hay que esperar a la llegada de una nave con nuevos suministros.
La NASA ya ha diseñado y construido su propia impresora de alrededor de un metro cuadrado. El video de arriba muestra lo cómo van a utilizar la impresora y cómo la probaron en ambientes con microgravedad, además, explica las ventajas del dispositivo, como que se puede almacenar en los compartimentos de la EEI, pues ocupa poco espacio.
La impresora contará con planos ya hechos para las partes comunes, pero también podrán recibir modelos de la Tierra si es que en la EEI necesitan algún otro modelo especial.
La idea es usar la impresora para hacer piezas que «rompen o se pierden» fácilmente, así como construir diversos elementos en el espacio para apoyar los experimentos por realizarse.